Ciclo Agua: XXXVII Congreso Interamericano de Ingeniería Sanitaria y Ambiental de AIDIS

Ciclo Agua: XXXVII Congreso Interamericano de Ingeniería Sanitaria y Ambiental de AIDIS

Se realizó en Buenos Aires entre el 12 y 15 de abril y en ese marco, el día 15 por la tarde el Centro Argentino de Ingenieros organizó la mesa redonda “El rol de la Ingeniería en el cumplimiento de los ODS”, cuyos oradores fueron el Arq. Guillermo García Della Costa, Consejero de infraestructura, obras hidráulicas y proyecto urbano de la ONG Ingeniería Sin Fronteras de Argentina; el Ing. Adolfo Guitelman, Director de la Carrera de Ingeniería Civil de la U.B.A y miembro del CAI, y el  Ing. Gustavo Dáscoli, Miembro del Instituto de Construcciones y Estructuras de la Academia Nacional de Ingeniería Ghella, y contaron con la moderación del Ing Carlos Cazorla – Gerente Operativo de Planificación del Ente de Mantenimiento Urbano Integral (GCABA) y miembro del CAI.

El Presidente del CAI, Ingeniero Pablo Bereciartúa realizó la apertura de esta mesa agradeciendo al Congreso de AIDIS y señaló que “existe un gran espacio para la creatividad y la organización para realizar proyectos sustentables e inteligentes y en este panel podremos ver propuestas concretas sobre cómo llevar adelante este desafío que se ha propuesto la humanidad”.

Enseguida le pasó la palabra al Ing. Carlos Cazorla, de la Comisión de Jóvenes del CAI, quien explicó que “este panel busca poner en relieve la importancia de la ingeniería en la concreción de las ODS y la ejecución para alcanzar eso objetivos”. Acto seguido presentó al primer orador, el ingeniero Adolfo Guitelman, quien presidió el CAI entre 2010 y 2012.

Guitelman agradeció a las instituciones amigas que lo invitaron a hablar del tema. Inició con la problemática del agua y el saneamiento para llevar adelante la ODS, la escasés del agua a nivel mundial y  lo presentó con un cuadro en el que enumeraba una serie de problemas que son los que hay que resolver.

“Tres de cada diez personas carecen de servicios de agua potable seguro y seis de cada diez carecen de acceso a instalaciones de saneamiento gestionadas de forma segura. Al menos 892 millones de personas continúan con la práctica insalubre de la defecación al aire libre. Las mujeres y las niñas son las encargadas de recolectar agua en el 80% de los hogares, sin acceso a agua corriente. Entre 1990 y 2015, la proporción de la población mundial que utilizaba una fuente mejorada de agua potable pasó del 76% al 90%. La escasez del agua afecta a más del 40% de la población mundial y se prevé que este porcentaje aumente. Más de 1700 millones de personas viven actualmente en cuencas fluviales en las que el consumo de agua supera la recarga. Cuatro billones de personas carecen de acceso a servicios básicos de saneamiento, como retretes o letrinas. Más del 80% de las aguas residuales resultantes de la actividad humana se vierten en los ríos o el mar, sin ningún tratamiento, lo que provoca su contaminación. Cada día alrededor de 1000 niños mueren debido a enfermedades diarreicas asociadas a la falta de higiene”, enumeró

“Cuáles son entonces los aportes de la ingeniería: El insumo, es imprescindible para lograr obras con financiación; es necesario para lograr el plazo, obras optimizadas y concluídas en término; El control de plazos y presupuesto, es también tarea de la buena ingeniería; El país necesitaría contar con un Banco de Proyectos Hídricos, prioritarios; Las obras deben atravesar las fronteras de los cambios en la administración de un país y para lograrlo, es necesario convocar a todos los sectores de la ingeniería para que cada día, aquella estadística que mostré al principio, sea una solución aportada por todos los sectores”, finalizó Guitelman.

Luego fue el turno del Ing. Gustavo Dáscoli, quien presentó los avances de las obras del colector Margen Izquierdo de la Cuenca Matanza- Riachuelo, en especial la parte del Lote 1, que está cargo de la empresa Ghella como contratista. Una obra que se inició en enero de 2015 y cuya finalización está prevista para octubre de este año. Mostró una de las tuneladoras que hizo el trazado de bajo tierra y la planta de dovelas. Con una imagen satelital mostró la intercepción de los colectores de las plantas de Berazategui, que ahora volcarán sus aguas en este tramo del nuevo proyecto, y con otras imágenes mostró el túnel del colector desde adentro. “El gran objetivo de esta obra, relató, es el de mejorar el servicio de recolección y transporte de líquidos cloacales, aportar mayor seguridad y flexibilidad operativa, mejorar el medio ambiente, colaborar en la mejora ambiental del Riachuelo y beneficiar a 4.300.000 habitantes de las zonas aledañas. Los túneles ya están terminados, estamos en la etapa de limpieza de los mismo”.

El último orador fue el Arq, Gustavo García Della Costa, que se refirió a los asentamientos informales y qué pasa con la ingeniería, cuando se encuentra en territorios no convencionales.

“Es muy importante entender cuáles son las características de estos territorios. Esto no es un problema Argentino sino que está a lo largo de toda Latinoamérica, desde México hasta nuestro país, con iguales características, con iguales carencias y mismas necesidades, padeciendo el mismo nocivo efecto tanto a sus pobladores como a la ciudad que los contiene. Para que se entienda la magnitud del problema, debemos decir que aproximadamente unas 100 millones de personas viven en estos asentamientos en Latinoamérica. En argentina se registran unos 4 mil en todo el país, en el que viven unos 4 millones de habitantes ocupando una superficie de más de 300 hectáreas. Cuando nos encontramos en estos territorios tenemos que empezar a pensar en afrontar todos los problemas como un conjunto, estar abierto a trabajar con recursos no convencionales, entender que no es ‘solo’ un proyecto de ingeniería, tener en cuenta que la realización de los proyectos será acorde a la realidad territorial y social. La experiencia de enseñanza que este abordaje nos deja, es que las normativas, reglamentaciones y procedimientos están hechas por nosotros mismos para determinadas circunstancias y situaciones, cuando esas circunstancias cambian, tenemos la obligación de adaptarlas o cambiarlas, en favor de responder a la realidad presente, ya que la solución siempre es más importante que la regla. El trabajo en asentamientos precarios son un ejemplo del incesante avance tecnológico, los rápidos cambios sociales y culturales, el compromiso con el medio ambiente y las nuevas energías nos imponen escenarios cada vez más complejos a los que debemos dar soluciones que sean innovadoras, eficientes y sobre todo, creativas”, finalizó.

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