El miércoles 31 de agosto se llevó a cabo una nueva edición de este ciclo, esta vez con la presencia como oradores de la Ing. Norma Ciatti, Decana de la facultad de Ingeniería y Ciencias Agrarias de la UCA; el Ing. Horacio Salgado, Presidente de la Comisión de Historia y Pomoción de la Enseñanza de las Ingeniería del CAI; y Bautista Chesta, estudiante de 4º año de la carrera de Ingeniería Civil de la FIUBA. El moderador del Ciclo fue el Ing. Raúl Bertero, Vicedecano de la FIUBA y miembro de la C.D. del CAI.

El impacto que la pandemia produjo en la educación fue el tema que se trató en esta esdición del Ciclo Educación.

Raúl Bertero, abrió la charla en la que expresó que “la sociedad ha sido atacada por la pandemia en todos sus aspectos y uno de los que más ha dolido es lo sucedido con la educación”, aunque también consideró que la universidad argentina mantuvo “un nivel por encima de lo que ha pasado con otros niveles. Logró continuar enseñando, no sin problemas que perdurarán en el tiempo”, e invitó a profundizar en el tema.

Norma Ciattie, explicó cómo se gestionó la educación de la ingeniería en pandemia en esa universidad que abordó en tres ejes: “Cumplir con las clases teóricas, promover prácticas y formación experimental, y establecer una comunicación orientada a mantener la socialización”.

Indicó que “el de la formación experimental fue el desafío más grande, el que todavía se sigue enfrentando y el más difícil a futuro. El trabajo en los laboratorios, por la falta de presencialidad, se vio perjudicada. Por eso profundizamos el trabajo práctico, con más cantidad de problemas y análisis de casos. En electrónica, se mandaron algunos tips para que pudieran suplir algunos trabajos de laboratorio, se usaron simuladores; en el área de química se enviaron experiencias sencillas y cuando se pudieron organizar actividades, se filmaron videos y prácticas en los laboratorios con los docentes y laboratoristas”, describió Ciatti.

Luego, Horacio Salgado, describió cómo debieron conformarse las nuevas aulas, ahora virtuales, a partir de las restricciones. “Hay una importante carga para los docentes a igual remuneración. El esfuerzo que hicieron fue enorme porque tuvieron que cambiar todo de la noche a la mañana mientras los jóvenes no tuvieron mayores problemas para adaptarse. Pero en este contexto también se advirtió que la clase presencial da oportunidades irremplazables por la clase a distancia”, subrayó.

Por su parte, Bautista Chesta, estudiante de 4° año de ingeniería civil, contó “la gran incertidumbre que se vivió en los primeros meses de la cursada virtual, y que cuando las cosas comenzaron a ordenarse, la virtualidad planteó que estar en el cuarto, ya no era para ver películas sino para estudiar y para hacer todo”.Y detalló: “El problema de los exámenes, hay mucha desconfianza entre alumno y docente y en muchas materias los profesores asumen que todos se van a copiar. Cuando los exámenes parten de esa base, son mucho más difíciles, pero este no es el problema sino el que tiene que ver con el tiempo, con la carga de los documentos, con el seguimiento”, explicó.