INVAP, única empresa latinoamericana con capacidad de generar proyectos satelitales completos.

INVAP, única empresa latinoamericana con capacidad de generar proyectos satelitales completos.

El martes 1º de diciembre, de 10.30 a 12 horas, a través de la plataforma Zoom, se llevó a cabo la charla sobre la empresa INVAP, encargada del diseño, construcción, test, puesta en órbita y operación de satélites, única en su estilo en Latinoamérica. Abordaron el caso SAOCOM 1B, la campaña y su lanzamiento en medio de la pandemia. Los oradores fueron los ingenieros Gabriel Achtig, Jefe de Proyecto SAOCOM; Emiliano González, Coordinador del equipo de Diseño y Fabricación de Cableado en INVAP, y Axel Dente, Responsable de Ingeniería de Operaciones de INVAP.

El Ingeniero Achtig inició la charla comentando sobre el área de negocios aeroespaciales de Invap y del Proyecto SAOCOM, y las diversas charlas que brindan, sobre todo, en el caso de los niños, a los que primero les preguntan que quieren ser cuando sean grandes. “Dentro del área espacial en Invap, nuestro objetivo es mantener el liderazgo tecnológico también detectar y desarrollar nuevas tecnologías perdurables. En las carteras que nosotros ofrecemos tenemos plataformas satelitales, cargas útiles ópticas, cargas útiles de radar, de comunicaciones, equipos de vuelo, equipos de soporte en tierra, estaciones terrenas e infraestructura y facilidades de ensayos ambientales para probar satélites. Respecto de los servicios tenemos la capacidad de tener también los servicios de ensayos ambientales a nivel equipos y satélites, desarrollo de aplicaciones y productos basados en imágenes satelitales y también diferente tipos de consultoría y capacitaciones. Decimos que Invap es capaz de implementar proyectos satelitales completos que ofrecen desarrollos de punta a punta que incluyen el diseño, la fabricación, el ensamblaje, la integración y capacidades de prueba. También decimos que tenemos la capacidad para integrar hasta 4 satélites grandes simultáneamente, allí hay 4 cuartos de apoyo adyacentes que se comunican con la sala principal, tenemos unos de los laboratorios de electro óptica mejores de la región”. Contó además la creación, por medio de una join venture con otras empresas, de Frontec una plataforma tecnológica y de comunicaciones.

Luego recordó las misiones satelitales en las que intervinieron, la primera en 1996 SAC-B, luego en 1998 SAC-A, y finalmente SAC-C en 2000 y SAC-D en 2011. Respecto a los satélites geoestacionarios de telecomunicación, los Arsat 1 y 2, donde Invap tuvo el rol de contratista principal. Hoy tienen en desarrollo la misión SAOCOM, que son radares que están en el espacio y pueden tomar imágenes de la tierra y SABIA-MAR, que es un satélite para el estudio del Océano en colaboración con Brasil. A futuro contó que “estamos tratando de gestionar satélites más pequeños que trabajen en forma colaborativa”. Respecto del SAOCOM explicó que sirven para realizar mapas de humedad del suelo, manejo de emergencias hidrológicas, monitoreo de objetos y manchas oscuras, derretimiento de hielos polares y glaciares y también los desplazamientos del suelo. Los SAOCOM son una constelación de 6 satélites que ya están orbitando la tierra y participan de una constelación en sociedad con los italianos, en banda L.

También contó el inicio de los proyectos SAOCOM 1A y 1B, en 2007, donde se inició la ingeniería del proyecto hasta 2019 en que se terminó la construcción del segundo y su lanzamiento en 2020.

El ingeniero González contó la operación del traslado, durante la pandemia, del SAOCOM 1B en un avión Antonov hasta su lugar de lanzamiento en Estados Unidos. “Fue un momento de decisión en el que Conae e INVAP debieron decidir que se iba a hacer ya que se cerraron los aeropuertos, y se decidió suspender en marzo los lanzamientos. El Satélite quedó en una condición segura en EE.UU hasta que pasado el tiempo debieron revisar los mecanismos, como los de las antenas que están en presión y que llevan lubricante, y fue ahí donde se decidió retomar la campaña para su lanzamiento. Se vuelve a armar un team de lanzamiento, y muchos de los integrantes de la misión de febrero, no pudieron regresar en julio. El 3 de julio partimos desde Bariloche en un vuelo contratado, éramos 18 personas para preparar el satélite con el fin de lanzarlo un 25 de julio. Tuvimos que cumplir los protocolos de cuarentena y luego coordinar con Space X, para ubicar el SAOCOM en la cofia del lanzador Falcon 9. Hasta ese momento todo era una campaña exitosa. Dos semanas antes, nos informa Space X que había ingresado un satélite militar de los Estados Unidos, el jefe de lanzamiento, llamado range, inmovilizó nuestro lanzamiento. Por lo que debimos volver a decidir qué hacer ya que hubo que esperar un mes más. Decidimos quedarnos, esperar el lanzamiento del satélite militar, hablar con nuestras familias. Cinco del grupo debieron regresar. Los trece que quedamos sabíamos que teníamos fecha de lanzamiento para el 30 de agosto sin embargo nos informan que para esa fecha iba a llegar un huracán hacia la zona de lanzamiento y debimos seguir los protocolos para resguardarnos del huracán nosotros y todos los elementos del satélite. Luego de una evaluación de las instalaciones post huracán, nos informan que está todo bien y que seguimos con la fecha del 30. Pudimos preparar todo y llegamos al 29 de agosto, la tarde anterior, tuvimos la mala suerte que cayeron demasiados rayos, uno de ellos a 400 metros del lanzador y Space X nos informa, que debían re testear el Falcon 9, y nos piden que hagamos lo mismo con el SAOCOM, ya que la inducción de los rayos lo pudo haber dañado. Todo el re testeo se hizo en la base de lanzamiento, otro equipo se fue a Space X y otro nos quedamos en las consolas de comunicación, y ahí advertimos que no teníamos ningún tipo de comunicación con Bariloche, con los satélites. De a poco fuimos levantando cada uno de los lazos de comunicaciones, nos informan desde Space X que el lanzador está ok, y comenzamos la configuración del satélite, pero el range del clima estaba en rojo y debimos esperar. Tres minutos y medio antes del horario, se pone en verde, se da el ok de todas las áreas, se hace el conteo final y finalmente a las 20.18 se realiza el lanzamiento en una condición muy adversa y por suerte el SAOCOM entra en órbita”.

El Ingeniero Axel Dente, que estaba en el grupo que toma el control de las operaciones del satélite desde Invap, contó que a partir de ese instante comienzan todos los trabajos de despliegue y configuración de los paneles solares y las antenas, con todos sus tramos. “Son tres fases que se deben completar, un chequeo de las primeras orbitas, las pruebas de todo el aparato para verificar que nada se haya roto durante la fase de lanzamiento, y la última, que dura varios meses, es la fase de calibración del SAR, que es la antena. Ahí hay que realizar varias maniobras, como es la de ubicar al satélite en la constelación argentino-italiana para que ocupe su lugar predeterminado. Y también, algo que es lo más importante, son la comunicaciones, es decir, el satélite emite una señal a la tierra, acá se capta esa misma señal y se emite otra señal hacia el satélite y la posterior verificación de que la haya recibido, y así sucesivamente. La dificultad que apareció en medio de las primeras maniobras, fue que nos informan que teníamos, en horas, una probable colisión. Por lo tanto, todos corrimos contra reloj para evitar esa situación, que por suerte salió bien. Esto es bastante natural en el espacio donde a veces hay que esquivar basura espacial”.

Otra cosa que no estuvo prevista, pero que este año lo tuvimos que hacer, fue que los distintos grupos debieron trabajar en forma remota, cada uno desde su lugar, siguiendo los protocolos contra el Covid-19, por lo que hubo que acondicionar, tanto en Bariloche como en Córdoba y Buenos Aires, diferentes lugares, del tipo burbuja, con distancia social y todos los cuidados necesarios para poder operar en forma remota todas las operaciones del SAOCOM 1B”, finalizó.

El Ingeniero Achtig, cerró la charla: “En la creación de los SAOCOM participaron unas 80 empresas de tecnología e institutos del sistema científico-tecnológico nacional; 3 provincias; se invirtieron 4 millones de horas  y se emplearon 900 personas, muchas de diversas áreas de la ingeniería como agronomía; física; aeronáutica; matemática; mecánica; química; software; biología y sistemas informáticos. La experiencia SAOCOM ha ayudado a incrementar la capacidad argentina de crear satélites, la capacidad de construir satélites, la creación de RRHH y su formación para esta especialidad y la tecnología radar para otros productos. Tenemos que entender que podemos confiar en nuestras capacidades para lograr los objetivos, hay que animarse a llevarlo a cabo, a mí me enseño a trabajar en equipo y esto nos cuesta a los argentinos ya que en la facultad no nos enseñan esto. Lo más importante es sacarnos de encima el colonialismo mental. Yo soñaba con ser jugador de fútbol, y acá estoy disfrutando de mi profesión y aprendiendo todos los días”, finalizó.

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