Energías Renovables y transición energética
Los Ing. Maximiliano Morrone e Ignacio Romero realizaron en el CAI una jornada sobre el contexto y perspectivas del mercado energético.
El ciclo de Charlas en el CAI volvió a convocar en la sede del Centro Argentino de Ingenieros a profesionales y estudiantes, en este caso con una jornada dedicada el mercado energético: el Ing. Maximiliano Morrone (Director Nacional de Promoción de Energías Renovables del Ministerio de Energía) y el Ing. Ignacio Romero (Director de Generación Distribuida) llevaron a cabo una charla abierta sobre el contexto actual y perspectivas de mercado.
Los ejes de la jornada fueron los nuevos paradigmas energéticos asociados a la generación distribuida, en la que el usuario pasa de ser consumidor a ser un jugador activo del mercado, con todas sus implicancias. Los disertantes detallaron la ley nacional 27.424 de generación distribuida y sus perspectivas de reglamentación / implementación a nivel nacional.
Haciendo referencia al desarrollo del evento, Romero reconoció: “El evento fue muy bueno, tuvo una audiencia muy receptiva. El CAI me parece un buen ámbito para discutir estos temas de actualización para nuestros colegas y público interesado en general”.
En torno a la generación distribuida, el concepto de que las energías renovables no son las energías del futuro sino que son las actuales, sobre todo en el resto del mundo, y esperando su desarrollo en la Argentina, los oradores explicaron cómo los parámetros actuales indican que el autoabastecimiento con paneles solares crece a pasos agigantados tanto en industrias y comercios como en domicilios particulares, básicamente por la reducción de costos que conlleva. Se ejemplificó con el caso de China, el país que más energía renovable consume, al mismo tiempo que tiene la mayor tasa de consumo de combustibles fósiles, dada su gran cantidad de habitantes. Otro caso testigo es el de Australia: el 45% de la electricidad que se consume allí es generada por paneles autónomos. Y a diferencia de lo que sucede en otros países, los australianos almacenan la energía que producen para usarla permanentemente. El debate se dio cuando se expuso que este sistema genera que haya menos centrales de producción de energía eléctrica, como también menos empresas de transporte.