El CAI sigue apostando al futuro
Se entregó el Premio Pre Ingeniería 2014, en una edición que sedujo a los jóvenes y que consagró a una dupla de San Luis y a otra de Trenque Lauquen.
El Centro Argentino de Ingenieros volvió a plantar la semilla del futuro en la entrega número 15 del Premio Pre Ingeniería. La consagración de los trabajos realizados por las jóvenes puntanas Silvana Giacoppo y Grecia Miranda (primer premio) y de los bonaerenses Luciana Pérez Angueira y Reinaldo Redondo (segundo) es un eslabón más en la cadena que el CAI propone para fortalecer el presente de la Ingeniería, con el fin de propiciar un escenario más productivo de cara a lo que vendrá. O como dijo el Ingeniero Juan Carlos Giménez, vicepresidente primero de la Comisión Directiva del CAI, antes de que se realizara la premiación en el salón Aisiks del Centro Argentino de Ingenieros: “Nada mejor que pensar en los jóvenes para recuperar el nivel de Ingeniería que supo tener la Argentina”.
Luego del coloquio realizado por todos los jóvenes que presentaron trabajos, llevado a cabo en el Salón San Martín del CAI, el Ingeniero Ricardo Marelli, presidente de la Comisión de Becas y Premios del CAI, abrió la sesión de premiación, reconociendo el “valor de los trabajos presentados” y agradeciendo “el esfuerzo de todas las partes” para otorgar un premio que salió a la luz en el año 2000 y que, ininterrumpidamente, cada temporada intenta fomentar la aparición de nuevos ingenieros. Giménez, por caso, agregó que “el CAI está permanentemente buscando que la Argentina consiga llegar a un nivel de ingeniería que le permita un crecimiento sostenido”, haciendo hincapié en las variantes presentadas por los diferentes trabajos, con los ganadores como prueba: el primer premio se le otorgó a un proyecto de instalación de una planta para elaboración de quesos de cabra en San Luis, mientras que el segundo fue para un plan de producción de glicerina USP (para productos farmacéuticos, medicamentos y de cuidado personal).
Además de las ganadoras (Silvana Giacoppo -28 años- y Grecia Miranda -26-) y de los ganadores del segundo premio (Luciana Pérez Angueira -24- y Reinaldo Redondo -27-) también participaron del coloquio, recibiendo un diploma que certifica su participación, los siguientes jóvenes: Juan Pablo Iñigo, Roberto Vizcaino (junto a Samanta Perna), Daniel Samudio Mamone, Pablo Castaño, Nicolás Benvenuto, Julio Yair, Nicolás Díaz Ferreira, Mauro Costantino, Denis Cura, Federico Lescano Stopa, Javier Manzo y Leandro Schmithalter.
Los premiados coincidieron en que “la posibilidad que nos da el Centro Argentino de Ingenieros no sólo tiene el valor obvio del premio, sino que es una motivación pensando en la carrera de cada uno de nosotros: ver que nuestras ideas son bien recibidas por profesionales tan importantes nos da un fuerte empujón para no bajar los brazos y buscar seguir progresando”.
Silvana Giacoppo y Grecia Miranda, egresadas en mayo de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional de San Luis, lograron el primer premio y se mostraron felices. Miranda admite que “luego de nuestra tesis nos invitaron a participar del Premio Pre Ingeniería y nos gustó la idea. La verdad que fue una sorpresa haberlo ganado, pero nos da mucha energía para avanzar en el proyecto que presentamos, que ya es un emprendimiento profesional para nosotras. Es una hermosa experiencia el haber conocido a profesionales tan importantes en Buenos Aires y que, además, valoren tanto nuestro trabajo”. Por su parte, Giaocoppo valora “haber ganado entra trabajos de gran nivel es realmente importante. Cuando dijeron nuestros nombres fue pura emoción. El sólo hecho de que nuestro trabajo estuviera entre los seleccionados para participar ya era un orgullo”.
En el mismo tono, los galardonados con el segundo premio, Ingenieros Industriales egresados de la Facultad Regional de Trenque Lauquen, dependiente de la Universidad Tecnológica Nacional, reconocieron que el impensado premio es “una motivación grande para profundizar nuestro trabajo”. Pérez Angueira contó que “el nivel de todos los trabajos fue muy bueno, por lo que realmente da gusto haber recibido este premio entre tantos proyectos interesantes”. A su vez, Redondo consideró que “el premio es fruto del esfuerzo y también una prueba de la importancia que tienen los trabajos finales en las Universidades. Esta iniciativa del CAI es bárbara, porque fomenta un crecimiento del nivel de los estudiantes”.
La síntesis también es una coincidencia no sólo entre los premiados, sino en general. Los jóvenes remarcan que “en el CAI nos sentimos muy cómodos, todos nos trataron muy bien, además de darnos una mano profesionalmente. Es un gran gusto que los ingenieros de mayor trayectoria se fijen tanto en los que estamos empezando. La gestión del Centro Argentino de Ingenieros resulta importantísima”.