“El CAI es una institución única para ofrecer ideas”

“El CAI es una institución única para ofrecer ideas”

 

Pablo Bereciartúa, vicepresidente primero del CAI, ofrece en una entrevista una mirada respecto del presente y futuro de la ingeniería.

 

Innovación, sociedad, ideas, propuestas… Estos términos, y los que se asocian a ellos, fluyen con constancia a lo largo de una charla con el Ingeniero Pablo Bereciartúa. El vicepresidente primero del Centro Argentino de Ingenieros es una de las nuevas caras de la Comisión Directiva y se muestra consustanciado con la causa, exponiendo que “el CAI es una institución disponible para todos, propositiva y activa”.

Las propuestas se multiplican en el afán por establecer un progreso permanente. En ese sentido, Bereciartúa explica que para la Comisión Directiva “hay una agenda con múltiples puntos, entre los cuales se destacan el seguir estableciendo a la institución como usina de ideas para políticas de desarrollo, tecnología e innovación; la incorporación de nuevas generaciones de ingenieros al CAI y a otras instituciones, reflejándolas como ámbitos para que puedan desarrollarse; y continuar actualizando la organización y actividad del CAI, como, por ejemplo, viene sucediendo con el Departamento Técnico y la reagrupación de sus Comisiones para que puedan hacer aportes para la ingeniería y la sociedad”.

En ese análisis, el vicepresidente del Centro Argentino de Ingenieros deja abierto el flanco para indagar sobre por qué un profesional se inclina por participar activamente de una entidad, quitándole tiempo a su vida personal. “Sin dudas se trata de un tema de vocación, como la que tienen quienes integran al CAI desde hace tanto tiempo. En mi caso, a los 20 años ya integraba un consejo académico, sin preocuparme por el tiempo que me insumía. Claro está, el compromiso depende de la organización, de que los tiempos sean productivos y se destinen a producir valor. Esto se trata de sumar voluntades y el CAI está en buena senda: es clave saber trabajar en equipo y en red, es clave el aporte de muchos. Yo lo propicio, lo intento”, explica Bereciartúa. Especialista en infraestructura, nuevas tecnologías, innovación y educación, ¿quién mejor que él para realizar una evaluación de un tema siempre vigente, como el incremento de la cantidad de ingenieros y el nivel de la ingeniería argentina? “Las capacidades existen, en algún punto lo he vivido en mi época de estudiante al trasladar los conocimientos adquiridos en la Universidad de La Plata, cuando he cursado becas en Holanda, Berkeley, Austria… Siempre pude constatar que la educación que había recibido me permitía estar a la altura de las mejores universidades. La Ingeniería argentina tiene una historia muy importante y un gran nivel. El tema es que la educación toda está frente a un cambio tal vez disruptivo: es la época de los cursos masivos online, del conocimiento digital… La educación universitaria tiene una tradición muy importante pero hay que repensar cuál debe ser la mejor educación, cuál debiera ser la mejor currícula para preparar a los mejores ingenieros. La innovación surge de aprender haciendo y hay desafíos muy interesantes por delante”.

Atendiendo la problemática educacional, y otras como la energética y la tecnológica, Bereciartúa sostiene que “el CAI es una institución muy interesante y en algún sentido única para ofrecerle a la sociedad ideas aportes para que el país se desarrolle. A eso apuntamos con la Comisión Directiva del CAI y todo el grupo de gente que trabaja día a día en él. Éste es un momento muy interesante y relevante dentro de la coyuntura política nacional y soy un convencido de que en este siglo la tecnología y la ingeniería son capacidades clave para cualquier sociedad, para desarrollarse y ser protagonistas del desarrollo global. La Argentina tiene que insertarse en base al conocimiento aplicado, a vender y comerciar bienes y servicios. Hay muchos recursos, tenemos que trabajar juntos para aprovecharlos”.