Ciclo CAI – El Agua y la Ingeniería: “La gobernanza del agua en el mundo y en la Argentina”
El martes 11 de mayo se realizó una nueva edición de este ciclo en el que se expuso sobre las normas de la OCDE y el estudio realizado en la Argentina. La apertura estuvo a cargo del presidente del CAI ing. Pablo Bereciartúa y de su coordinador el Ing. José Luis Inglese, Miembro de la Academia Nacional de Ingeniería. Los oradores fueron Aziza Akhmouch, Jefa de la División de Ciudades, Políticas Urbanas y Desarrollo Sustentable de la OCDE; Maria Salvetti, Analista Económica y de Políticas del Programa Gobernanza del Agua de OCDE y el Ing. Juan Martín Koutudjian, ex Director Nacional de Agua Potable y Saneamiento MIOPV y Director Interamericano División Agua AIDIS.
Luego de las palabras de agradecimiento de Bereciartúa, quien destacó la importancia de estos temas el Ing. Inglese resaltó el por qué tratar la gobernanza del agua y señaló que esto “es clave para cubrir los otros objetivos, que son las buenas reglas para que los gobernados confíen en los gobernantes, eso es la gobernanza”, y agregó que “estas buenas prácticas, se aplican ya en varios países en el tema del agua” y destacó la trascendencia de los invitados, ya que “participaron en el conocimiento de la organización en diversos países del mundo”.
Aziza Akhmouch, inició su exposición relatando los mensajes que se desprendieron de la gobernanza del agua en otros país, y destacó el rol de la OCDE, que es asesorar a los gobiernos en mejorar sus políticas públicas en general, desde el punto de vista del desarrollo económico y social”.
“El agua y la seguridad hídrica es una de las cuestiones más importantes, al mismo nivel del tema de la salud. La política del agua tiene que ver con la sustentabilidad porque de ella depende la seguridad alimenticia. Hace años los países más importantes del mundo no entendían porque debían priorizar estos temas vinculados al agua, pensaban que eso era un problema del tercer mundo. Estamos hablando de la gestión de la política de agua y saneamiento en forma sistémica. Hoy ya nadie cuestiona este tema. Estuvimos 10 años produciendo investigaciones y trabajos en diversos países del mundo. Muchos de los desafíos a los que se van a tener que enfrentar tienen que ver con la gobernanza. El dato principal es que producimos, en 2012, una muestra acerca de que la demanda del agua va a aumentar en un 55%, en las economías emergentes y esa tendencia de aumento se ve, también, un una forma de sequía creciente, que se observa en países de Asia y Africa. También hoy, en países europeos comienza a haber sequía, como en Francia y en los Países Bajos. Esta tendencia esta empeorada por las megatendencias vinculadas a los cambios climáticos, urbanos y económicos. Trabajando con los gobiernos no son solo la gobernanza, hay muchas más partes involucradas en esto”, señaló. “Lo que vemos es que no hay una demarcación de primer mundo o tercer mundo, cuando hablamos de la caja para infraestructura, sabemos cómo responder. Unos diez años atrás, hicimos un mapa multinivel de los problemas de coordinación del agua y como enfrentarlos y resolverlos desde un enfoque multimodal. Entonces se labraron los 12 principios de la OCDE que deben firmar todos los países, y que son las directrices que les enviamos a los gobiernos para que puedan resolver sus problemas de gobernanza, y le dan un marco jurídico para eso. Algunos de los principios, asignar claramente los roles y el diseño para las políticas del agua y fomentar la coordinación entre todas las autoridades. Esto mostró, entonces, el mapeo de quién hace qué, que realizaron para diagnosticar los problemas del agua, por ejemplo, en México”
“En Perú, por su parte, hemos logrado que se pague por un ecosistema y muchas veces parte de ese dinero fue a financiar la vida de las comunidades cercanas a las cuencas del agua que se encargan de cuidarla. De esa forma logramos un objetivo de innovación para que el consumo del agua sea pago y al mismo tiempo para que los usuarios cuiden sus consumos”, dijo Akhmouch.
“También diseñamos para los países un forma de autoevaluación de su forma del manejo del agua para poder autocorregirse, y es muy interesante observar como todos han mejorado con esto sus propias herramientas para mejorar la gobernanza del agua”, contó.
Los estudios relacionados a la argentina, los comentó la Dra Salvetti: el trabajo tuvo lugar en el año 2019, “la idea era garantizar la provisión del agua a largo plazo y notamos que es un país donde las inundaciones producen un 95% de pérdidas a la economía, sin un tratamiento de carencias graves. La rápida urbanización ha ido en contra del servicio de del agua y su provisión. Se desarrollaron entonces cuatro ejes: la fragmentación, la planificación e inversión, un marco regulatorio, y la cooperación desde el gobierno en la gobernanza de la cuenca hidrográfica. El plan nacional de agua carece de fuentes de financiamiento para el plan del manejo del agua, por lo que además hay una tendencia a fraccionar la gestión de las diferentes cuencas hídricas del país, cuando esto debe enfocarse en forma general. Ese plan debe incluir una serie de obras de infraestructura, y resolver el problema de la jurisdicción provincial sobre el tema del agua, ya que se presta a conflictos jurisdiccionales un plan de manejo del agua, sobre la cuenca de un rio que transcurre por varias provincias. Lo mismo ocurre para gestionar alguna inundación causada por el mal manejo del agua de algún distrito involucrado en la cuenca, y la competencia limita la capacidad de acción en la gobernanza del agua. Las recomendaciones realizadas fueron: incentivar la cogobernanza mediante la cooperación, establecer límites claros en la gestión del agua, por distritos, para de esa forma poder desarrollar una estrategia de inversiones relacionada al manejo del agua, es por eso que debe haber una entidad superior que se encargue de supervisar que esto se cumpla, y delimite claramente las reglas, y determine la obligatoriedad del cuidado de las cuencas a través de un sistema de beneficios para aquellas que se enfoquen en hacerlo cada vez mejor y sostenidamente, y lograr que el acceso al agua sea para todos los pobladores, Y para eso es fundamental la presencia del Estado”, señaló en su explicación la Dra. Salvetti.
El Ing. Juan Martín Koutudjian, mostró una presentación sobre la gobernanza del agua en Argentina, como uno de los participantes que colaboró a realizar este documento, en el que rescató la metodología del trabajo en el que se involucraron más de 200 participantes de diferentes instituciones de gobiernos nacionales, provinciales, legisladores, ONG, sindicatos, cooperativas de consumidores y la academia. “Este documento fue sometido a una revisión de todas las partes involucradas lo que le confiere una mayor relevancia y jerarquía. Lo más destacado: los enfoque fragmentados, la limitada información con la que se cuenta, la falta de financiamiento, la ausencia de marcos legales, y la diferentes jurisdicción de las provincias sobre la mismo cuenca. El sector de agua debería tratarse entre todos”, señaló.
“Se ha estudiado el caso del Río Limay, en Neuquén, que es un ejemplo de buena gestión con relación al manejo de la cuenca interjurisdiccional, y el caso de Mendoza, que está sufriendo un muy grave estrés en todas sus principales cuencas. En cuanto al AMBA, la empresa AySA abarca más del 50%, pero hay un bajo nivel de conexiones a redes y el nombramiento de esta autoridad, por parte del Poder Ejecutivo, limita un poco la fragilidad institucional. También, en el informe, se hace hincapié en fortificar la mesa metropolitana del agua del AMBA que permitiría una mejor gestión”, destacó.
“Otro caso estudiado es el caso de Santa Fe que vive una crisis en el contenido del agua, ya que la empresa opera en 15 localidades y el resto lo hacen cooperativas. El informe hace mucho hincapié en acrecentar el intercambio de información para lograr decisiones más consensuadas, fortalecer las capacidades de los gobiernos provinciales, la estructura tarifaria, por consumo y no más a canilla libre con tarifa plana, y mejorar la eficiencia de infraestructura existente, por sobre todo institucionalizar un observatorio del agua dónde todos los involucrados puedan monitorear y tomar decisiones en conjunto y con un enfoque en la economía circular. Estos se planteó todo en un proyecto de ley que aún tiene estado parlamentario, pero que no se ha tratado”, finalizó.