Con cuatro expositores, se realizó en el CAI, una nueva jornada técnica organizada por la Comisión de Ingeniería Industrial y de la Empresa.

El Centro Argentino de Ingenieros fue sede de un seminario dedicadoa la seguridad industrial que contó con la participación del Ing. Héctor Márquez (ex director Health, Safety and Enviroment en Tenaris Siderca), el Ing. Gabriel Gómez (Ingeniero de Proyectos en Dioxitek), la Dra. Ana Victoria Briceño Graterol (Business Manager de DuPont Sustainable Solutions) y el Ing. Alejandro Agostinelli (Gestor de respuestas a emergencias e incidentes en YPF).

La presentación estuvo a cargo del Ing. Alfredo Indaco (presidente de la Comisión de Ingeniería Industrial y de la Empresa, del Departamento Técnico del CAI), quien marcó el camino con una frase que luego estaría presente en cada una de las exposiciones: “En el CAI le estamos dedicando atención a la productividad industrial, de hecho ya realizamos una jornada sobre el tema y creemos que no es posible pensar en la productividad sin atender a la seguridad industrial”. El Ing. Pablo Olivera, miembro de la comisión y coordinador de la jornada, tomó la posta para oficiar de moderador, dando inicio a la ponencia de Héctor Márquez.

Márquez, Ing. Electricista, vinculó justamente la pauta estipulada por Indaco, al asociar los casos de operarios lastimados y el consecuente ausentismo con la baja de la productividad como fruto de la falta de seguridad. Especializado en el tema desde hace años, destacó la importancia de insistir para lograr instaurar normas de seguridad, como también la necesidad imperiosa de realizar permanentes recorridos en las plantas industriales para verificar el cumplimiento de estas normas. Otro punto clave señalado por Márquez a la hora de aconsejar fue la implementación de una check list de tareas y reglas a atender, para llevar a cabo controles rutinarios que se cumplan en tiempo y forma. En sus conclusiones, afirmó que estos deben ser los ejes para trabajar exitosamente en la seguridad industrial: sustentabilidad (responsabilidad social, empresas certificadas); data mining (cuantificar los riesgos y valorizarlos económicamente); redes sociales (internas y externas, para visibilizar y viralizar contenido que sensibilicen); Inteligencia Artificial y automatización (para reducir la exposición a tareas de riesgo); y branding auténtico (compradores conscientes que busquen empresas conscientes”.

Luego llegó el turno del Ing. Gabriel Gómez, cuya disertación fue dedicada al “ciclo de vida de la seguridad funcional”. El mismo se inicia identificando el nivel de riesgo aceptable para cada peligro existente (mediante políticas corporativas, leyes, etc.), mensurando el riesgo inherente a cada peligro (con normas HAZOP, listas de verificación, etc.) y seleccionando maneras de disminuir los riesgos o mitigarlos hasta llegar a nivel aceptable. Como primera medida, si el análisis de riesgo de proceso determina que el nivel de riesgo es inaceptable se deben tomar medidas para disminuirlo. Específicamente, expuso el caso de Dioxitek, relatando el ciclo del combustible nuclear en la Argentina (nace en la importación de concentrado de uranio, pasa por la conversión de concentrado de uranio en la empresa en la que trabaja, sigue su ruta en la fabricación de elementos combustibles y llega a las plantas nucleares), considerando la construcción de la nueva planta de conversión en Formosa, debido a la creciente actividad nuclear: se utilizan en el país 300 toneladas de uranio anuales entre las plantas de Embalse, Juan Perón y Néstor Kirchner, contemplando la construcción de una cuarta, que utilizará uranio natural. Gómez destacó que todas las recomendaciones aplicadas surgieron tras el análisis de grandes accidentes. Así se creó la norma IEC 61511, para seguridad funcional en industrias de procesos. Y agregó que para la “reducción de riesgos hay estándares y reglas que describen las medidas para reducir riegos a niveles aceptables, como la implementación de “Filosofía de seguridad”, respaldo documental o el desarrollo de capacidades locales”.

La presencia internacional en el seminario fue aportada por Ana Victoria Briceño Graterol, cuya exposición se tituló “Los caminos hacia el CERO accidente” y consistió en la implementación de normas de seguridad industrial para el caso de una minera mediana en Chile. A lo largo de la disertación, la doctora ahondó en la importancia de los Recursos Humanos y de cómo transmitir las necesidades en cuanto a seguridad a cada uno de los empleados y operarios de una industria, cualquiera fuera su tamaño.

Por su parte, Alejandro Agostinelli focalizó su charla en la importancia de atender cuestiones de seguridad a la hora de realizar procesos licitatorios, considerando indicadores de seguridad compatibles y cumplibles entre las partes, estableciendo una definición y medición de la cultura de seguridad, ejecutando selección y capacitación de trabajadores y mandos medios, cuidando la calidad, las prestaciones y los controles de máquinas y herramientas, procurando continuidad de empresas y equipos de trabajo desarrollados.

Entre el público presente se encontraba la Ingeniera Química Douglaska Carrasquero (venezolana, de 27 años), quien llegó a la charla “conociendo las acciones que realiza el CAI para difundir la Ingeniería”. Profesional desde hace cuatro años, decidió asistir al seminario de Seguridad Industrial por interés particular: “Trabajé en plantas en Venezuela, dedicándome a Seguridad, higiene y ambiente. Me parece muy bueno que el Centro Argentino de Ingenieros pueda llevar adelante estas jornadas, porque son un importante aporte para los profesionales. En este caso me gustó mucho la disertación de Briceño Graterol y también cómo Agostinelli reafirmó el cuidado que hay que tener a la hora de las contrataciones”.