Como todos los años, se realizó en la sede del CAI el almuerzo de camaradería. Participaron empresarios, representantes de instituciones profesionales, funcionarios nacionales y, por supuesto, los socios y las autoridades de la institución.

Con una gran participación se realizaron las actividades del Día de la Ingeniería, tanto en la sede Las Heras de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, como en el almuerzo de camaradería en la sede del Centro Argentino de Ingenieros. Los dos lugares fueron escenario de encuentros de experimentados profesionales y de las nuevas generaciones que se acercan cada vez más a estos eventos.

Por la mañana se hicieron los actos institucionales en el edificio de la Facultad, organizados por la UBA y el CAI. Allí se sirvió el tradicional chocolate, se realizó el izamiento de la bandera nacional en la plaza Emilio Mitre, que está al lado de la Facultad. Y también tocó la Banda de Música Tambor de Tacuarí del Regimiento de Patricios. Luego se concelebró la misa de Acción de Gracias, oficiada por monseñor Jorge Casaretto y el padre Pedro Brunori.

Al mediodía la cita se trasladó a la sede del CAI. En el hall central comenzaron los encuentros entre los socios del CAI y las charlas entre autoridades de importantes universidades nacionales, empresarios, representantes de instituciones profesionales y funcionarios nacionales.

“Conmemorar el Día de la Ingeniería es muy importante porque es reconocer la historia y pensar en el futuro. Reconocer la historia de Luis Huergo, quien no sólo hizo obras importantes sino que realizó obras de índole republicana e institucional. También es reconocer la trayectoria de muchos ingenieros, que fueron fundantes para el país, en el momento en que el país se estaba insertando en el mundo. Hacia el futuro, este día es la formación de excelencia y las nuevas competencias”, señaló el ingeniero Horacio Cristiani, secretario del CAI.

Entre los funcionarios se destacaba el ministro de Desarrollo Urbano porteño, el arquitecto Daniel Chain, quien estuvo rodeado permanentemente de colegas: “Este es un día de tradición y hay que celebrarla generando más ingeniería, formando más ingenieros y proyectos para la Argentina que se viene. Para esa Argentina hacen falta esos profesionales y por eso creo que lo institucional y lo conmemorativo se tiene que mezclar en esos nuevos proyectos”.

También se acercó al festejo presidente de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA), Eduardo Bekinschtein, quien destacó la colaboración indispensable que debe haber entre su profesión y la Ingeniería. “Me parece muy importante que los arquitectos estemos presentes. Hace mucho que trabajamos juntos. En este mundo interdisciplinario estas especialidades son complementarias”.

Unos pasos más allá, el ingeniero Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, contaba sus sensaciones al participar del almuerzo de camaradería. “Es muy importante festejar nuestro día. Los ingenieros somos los que construimos el país. Nos reunimos para celebrar y para pensar sobre el futuro del país”, remarcó.

Después del cocktail de bienvenida, se pasó a las mesas. Allí los grupos eran más reducidos y comenzaron las exposiciones. Se iniciaron con Pablo Samiter, a cargo del Gabinete Joven, y con Federico Bianchi, también un ingeniero con energía renovada, que integra el Comité Ejecutivo del Congreso INGENIERIA 2014. “El objetivo del Gabinete es reunir a los que tengan un rol de liderazgo en sus empresas y organizaciones. Estamos buscando compartir conocimientos con ingenieros jóvenes de todo el país”, compartió sus expectativas Samiter. Bianchi destacó el espacio que le dieron en la convocatoria a las nuevas generaciones: “El CAI está detrás de la incorporación de los jóvenes. Nuestra participación hoy acá es una muestra de esto”.

Luego le tocó el turno al presidente del CAI, el ingeniero Carlos Bacher, quien les dio la bienvenida a todos los participantes. “Bienvenidos al Centro Argentino de Ingenieros. Queremos que este sea un lugar donde los ingenieros se acerquen. Queremos lograr un ámbito de producción de ideas, que es lo que el desarrollo que el país necesita”.

El cierre estuvo a cargo del ingeniero Héctor Salonio, quien recordó su historia dentro de la institución. “Allá atrás había una cancha de paleta. Allí me juntaba siempre a hablar con un ingeniero sobre mi especialidad: las telecomunicaciones. Creo que si te invitan a hablar en un encuentro como éste es porque sos un ingeniero viejo o porque sos un viejo ingeniero. Creo que en mi caso es por mi trayectoria y eso es mucho mejor”, dijo entre las risas y el aplauso de los colegas. El almuerzo terminó en una larga sobremesa, que permitió concluir las conversaciones. Las despedidas fueron con promesas de verse pronto.