Carlos Bacher, presidente del Centro Argentino de Ingenieros, analiza lo que pasó y lo que vendrá en 2015, valorando la importancia de la institución para la ingeniería.

Aun en época vacacional, la ingeniería sigue rodando. Es por eso que Carlos Bacher, presidente del Centro Argentino de Ingenieros, accedió a conversar con el sitio web del CAI, analizando el año que pasó y mirando hacia el horizonte para ver qué se puede esperar de 2015.

Para Bacher, el año 2014 fue “un año de gran actividad, de lanzamiento de una cantidad de iniciativas importantes, que van desde temas de trabajo en las Comisiones del Departamento Técnico, pasando por los desayunos para socios y no socios, o actividades con los jóvenes, con un cierre de año importantísimo, con el Congreso Ingeniería 2014 – Latinoamérica y Caribe”.

En ese marco, Bacher no se conforma y, como todos los miembros del CAI, va por más: “Uno siempre quiere más, siempre ambiciona más. Todavía tenemos posibilidades para seguir desarrollando temas. El gran desafío es seguir convocando a ingenieros que se acerquen al CAI, ya sea a través de sus actividades o de empresas; y, sobre todo, queremos captar a ingenieros jóvenes: queremos que, a través de las actividades, los jóvenes vean que acercarse al CAI puede resultarles útil para sus profesiones. De hecho, hemos comenzado a trabajar para desarrollar un programa que facilite la búsqueda laboral de muchos ingenieros. Por todo esto creo que el balance es positivo, pero queremos seguir creciendo más”.

Por último, el ingeniero Bacher explicó la meta general: “Al final del día la ingeniería argentina es una: no tenemos tantos ingenieros como quisiéramos y el desafío es que surjan profesionales en cantidad y en calidad. A través de las distintas actividades vemos que el nombre del Centro Argentino de Ingenieros tiene una impronta muy fuerte. Esa fuerza nos permitirá profundizar en este tipo de actividades, pensar y aumentar la gama de servicios que damos a los ingenieros y empresas asociadas”.