El Ing. Malinow expuso sobre las “implicancias de la demora en la construcción de Chiuido”, en una jornada organizada por la Comisión de Recursos Hídricos, Saneamiento y Vías Navegables.
Ese punto sobre el río Neuquén, a 5,5 km aguas abajo de su confluencia con el río Agrio y a 155 km desde la ciudad de Neuquén, está sobre el tapete.
El proyecto de la represa Chiuido permanece latente pero no avanza, por eso la Comisión de Recursos Hídricos, Saneamiento y Vías Navegables del Departamento Técnico del CAI organizó el 27 de noviembre una jornada titulada “Implicancias de la demora en la construcción de Chiuido”, a cargo del Ing. Guillermo Malinow, especialista en cuestiones hídricas.
Para entender el motivo de este encuentro, cabe consignar que cuando se diseñó el complejo, se determinó un caudal de diseño de las obras de Portezuelo Grande ligeramente por debajo de los 12.000 m3/seg con una recurrencia del orden de 5000 años. Hoy, con más de 50 años de registros adicionales de aportes, medidos con más rigurosidad, los resultados exponen la incapacidad que tiene el sistema para controlar caudales de esa magnitud (Caudal Máximo Probable del orden de 25.000 m3/seg) y los riesgos a los que se exponen los asentamientos poblacionales ubicados aguas abajo, como Añelo, por ejemplo. Este riesgo de crecida por encima de lo previsto en los cálculos originales del complejo expone al Alto Valle y sus pobladores a daños irreparables. En ese sentido, el ORSEP (Organismo Regulador de Seguridad de Presas) presentó una evaluación de los factores de riesgo del Complejo Cerros Colorados, detallando un nivel incompatible con los estándares de seguridad actualmente aceptados: ese estudio habla de pérdidas económicas por unos 3900 millones de dólares, mientras que las obras de Chiuido I equivalen a un valor significativamente menor.
Siguiendo el curso de la exposición y el intercambio de preguntas y respuestas entre Malinow y los presentes, Ing. Félix Yacaruso, presidente de la Comisión, afirmó: “De no construirse la represa Chiuido el riesgo de inundación es altísimo: esta represa sería una solución para probables crecidas. En 1970 se hicieron cálculos pero cambió radialmente el cálculo de caudal de diseño”. Y ante el interés despertado, indicó que “fue un encuentro con un balance muy positivo, por el nivel de los asistentes, con representantes de varias provincias y ex funcionarios, como el Ing. Nicolás Gallo (ex Ministro de Obras Públicas) o el Ing. Luis María Calvo (ex presidente de la Represa Salto Grande)”. Y concluyó: “estas jornadas se tienen que dar en diferentes ámbitos para hacer conocer al CAI, mostrar qué hace cómo institución, ya que desde el Centro Argentino de Ingenieros podemos plantear probables soluciones técnicas para temas como la salud, la generación de energía, la reducción de la contaminación, o todo lo vinculado al agua: potabilización, saneamiento, prevención de inundaciones”.