La necesidad y la urgencia de abordar la costa metropolitana fue el tema que se discutió en el nuevo Ciclo Area Metropolitana del Centro Argentino de Ingenieros (CAI) en el que se debatirán diversas problemáticas vinculadas con esta zona tan representantiva para la Argentina. Bajo el título “El borde costero urbano” se planteó tratar el tema con una mirada integral y de cara a los desafíos que plantea el cambio climático.
Pablo Bereciartúa, presidente del CAI, abrió el ciclo y señaló la necesidad de “transformar el área metropolitana de Buenos Aires”, aunque admitió que se trata de una trayectoria compleja. Por esa razón, sostuvo que “hay que repensar lo que hemos hecho desde una óptica multidisciplinaria. Este ciclo tiene el propósito de incluir las visiones que hagan falta, que sean necesarias y aportará una agenda concreta”, e invitó a participar en este objetivo.
Nicolás Gallo, miembro del CAI, y moderador de este encuentro, indicó que “el AMBA muy pocas veces se ha visto como unidad. La costa nos une, nos hace área metropolitana y la vamos a ver en su función a la costa que nos une y nos separa”, como introducción a las exposiciones de los oradores.
Maria José Leveratto, arquitecta especializada en sustentabilidad, ambiente y ciudad, apuntó que “cuando hablamos del borde nos encontramos con visiones antagónicas, y por ello hay que aprovechar el marco para debatir y evaluar propuestas que tienen un gran impacto sobre el borde costero”. Sostuvo que, al menos desde el retorno de la democracia existen consensos respecto de algunos principios que deberían guiar la gestión, como tener una mirada integral e interjurisdiccional.
Sin embargo, alertó que “si se revisan los proyectos que se desarrollan en nuestro contexto, ya no son prioritarios a la hora de la planificación”. Y ejemplificó con tres casos como el nuevo predio del Tiro Federal, Punta Salguero Punta Carrasco y la ex Ciudad Deportiva de la Costa Urbana que desarrolló uno a uno.
Por su parte, Alicia Novick, directora del Observatorio Metropolitano del CPAU, abordó el tema mostrando con diversas imágenes cómo se fue mirando al río a lo largo del tiempo. “Tenemos multiplicidad de construcciones sobre la costa en un río que construye territorio y que fue a lo largo de la historia objeto de experimentación”, apuntó para agregar que la ribera es una pieza del sistema de cuencas metropolitana.
Mostró el mapeo realizado por el CPAU y los proyectos en debate desde diversos puntos de vista y preguntó, entre otras cosas, qué destino podría caberle a Punta Carrasco, por caso. En ese punto sostuvo que la dicotomía “parque vs torres es una discusión insuficiente. Es necesario, cómo articular miradas, saberes, opiniones cuando está en juego el destino de la ciudad, porque los grupos de opinión son una importante caja de resonancia para ver al elenco de los actores urbanos pero también de los arquitectos, ingenieros, urbanistas”, por lo que se pronunció a favor de una integración de esos puntos de vista.
Por su parte, Andreina de Luca de Caraballo, presidenta de la Fundación Ciudad, se refirió a las diversas normativas, foros y espacios de discusión que se han encarado a lo largo del tiempo, en donde en ciertos casos hubo una mirada integral y en otros, no. Razón por la que desde Fundación Ciudad se encaró la dimensión metropolitana con un proyecto de gestión costera integrada.
Con detalles, describió la iniciativa que, entre otras cosas, “acabaría con la apropiación por los privados de bienes de dominio públicos del estado y con el tratamiento fragmentario de un bien ambiental y social preciado, especialmente en un escenario de cambio climático y de pandemia”.
A su turno, Javier Valladares, presidente de la Academia del Mar, comenzó su exposición señalando que Buenos Aires viene registrando mutaciones desde su fundación. Y cuando se la analiza y se piensa su futuro, la pregunta obligada es por qué se llegaron a los problemas de desarrollo que presenta la ribera.
“Para analizar el por qué, llegar a esa caracterización de un área tan compleja como la ribera, hay que entender que hay dos riberas, una del Río de la Plata y otra del Riachuelo”, indicó y planteó identificar los diversos intereses que se generan en torno a ella para poder encarar una discusión amplia.
Desde la Academia del Mar se identificaron cuatro aspectos a tener en cuenta: uno espacial, otro económico, otro social y otro vinculado con la seguridad. Destacó distintos hechos que permitieron entender por qué la ribera hoy está como está y, a través de un juego de cartografías e imágenes, demostró que el río está presente en la cartografía desde el siglo XVI, que hay diferencias entre el Río de la Plata y el Riachuelo, y que el norte mantuvo una visión más natural que el sur, que fue más industrializado, entre otros aspectos.
“La ribera del Río de la Plata se fue convirtiendo en un no lugar, que alejó a la sociedad de la ribera y lo convirtió en una puerta para entrar a otro lugar”, concluyó Valladares.
Nicolás Gallo cerró la conferencia tomando cada uno de los aspectos planteados pero en donde prevaleció la necesidad de insistir con una mirada integral para un mejor tratamiento de la problemática del borde costero metropolitano.