Francia camina hacia la neutralidad en carbono desde hace dos décadas, estrategia que no solo ha mantenido sino que ha ido profundizando en fases previamente establecidas con el objetivo de concretar el fin que persigue hacia 2050: reducir al mínimo las emisiones a partir de un transición energética que aborda a distintas áreas.
Fue el tema que se abordó el jueves 30 de junio en esta conferencia del Ciclo Cambio Climático, organizada por la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Centro Argentino de Ingenieros. En ella, Marion Parisi-Coulouma, consejera económica en la Embajada de Francia en la Argentina, tuvo a su cargo la disertación en la que precisó las distintas acciones que se encaran en ese país para cumplir con los compromisos asumidos en los distintos acuerdos globales orientados a reducir las emisiones.
Pablo Bereciartúa, presidente del CAI, tuvo a su cargo la apertura del ciclo, y destacó que “la transcisión energética se transforma en una de las principales agendas a nivel global” y es significativo poder conocer lo que se ve en las políticas de países como Francia.
Consideró que “la vinculación con otros países es fundamental y es hay oportunidades de desarrollo tecnológico innovación e inversiones productivas”, que vale la pena conocer y aprovechar. “No se trata solo de entender a Francia, sino de pensar en muchas ideas para la Argentina”, subrayó Bereciartúa.
“Estamos empezando este camino a la neutralidad de carbono en una estrategia que iniciamos en 2020”, puntualizó, tras describir que el proceso, en realidad, se inició en 2003 con la puesta en marcha de la Estrategia Nacional de Desarrollo Sostenible, compuesta en distintas fases, como iniciativa orientada a estar en el corazón de todas las políticas de Francia.
“Esa estrategia nacional ya cumplió con dos etapas, y en 2020 se inició la tercera”. Detalló cómo se encararon las acciones desde el principio del milenio, “orientadas a alcanzar objetivos diversos a medida que iba transcurriendo el tiempo y vinculadas con otros planes que se fueron implementando en los años sucesivos”, dijo.
“Seguimos en este proceso tratando de poner el desarrollo sostenible en sectores clave de la economía, por ejemplo en la estrategia de inversión climática de las exportaciones, que busca eliminar el transporte de productos con energía fósil. Y, al mismo tiempo, queremos darle luz a la tercera estrategia de baja emisión de carbono”, expresó.
En la previa de la conferencia, Francia había publicado las cifras de emisiones de 2021 en donde se vio que habían comenzado a bajar pero planteó la necesidad de continuar encarando acciones porque, de lo contrario, se va a llegar a una meseta y no se alcanzarán los objetivos de reducción de emisiones.
“El objetivo hacia 2050 nos obliga a reducir emisiones en todos los sectores, y algunos van a tener que estar en 0 para lograrlo”, agregó. “Francia viene reduciendo sus emisiones a razón de un 4% al año, ese nivel deberá crecer hasta el 6% para alcanzar la meta a cumplir en menos de 30 años”.
“Cada una de estas fases han estado vinculadas entre sí”. Parisi-Coulouma explicó que, “desde la segunda estrategia se han incluido leyes y distintos planes, como el energético plurianual, que se revisa cada dos años, actividad que también se implementará en la tercera estrategia en curso. Al final de 2024 el principal desafío, de acuerdo a las políticas que la Unión Europea que subió el nivel de ambición del objetivo climático, con el apoyo de Francia, será reducir las emisiones en un 50 por ciento hacia 2030, cuando antes era de 40 por ciento, y vamos a tener que adaptarnos”, resaltó.
“El objetivo de ser carbón neutral en 2050, también abarca unas dimensiones clave, como la ambición de reducir emisiones al 6 %, contra 4 % anterior, tratando de lograr un nivel de equidad internacional. Francia entiende que hay un principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, una diversidad de comportamientos y tecnologías. Pensamos que se cambio va a generar trabajo y riqueza y que traerá mejora en la calidad del aire, del agua y del suelo”, amplió.
“En esta etapa, Francia tiene objetivos sectoriales, con distintas medidas a implementar en cada uno de ellos, aunque son siete áreas las identificadas como aquellas en las que deberá trabajarse con mayor profundidad: energía, transporte, consumo residencial, construcción, la obsolescencia programada de la tecnología, la agricultura, y la explotación forestal”
Abordó las medidas que se están implementando en cada uno de ellos, los objetivos a alcanzar y las matrices a modificar para lograrlos, en todos los casos con datos precisos en los que queda claro en que escenario se está y cuál es el que se pretende tener hacia 2030 para, luego, llegar a las más ambiciosas meta planteada para 2050.
Y finalizó, señalando que “las acciones puestas en marcha se basan en escenarios de neutralidad, que están analizados por la Agencia Francesa de Economía de Energía, que en 2021 propuso cuatro escenarios para alcanzar la neutralidad de carbono. Esos ejes dependen de los avances ecológicos que se puedan lograr. El primer escenario, es una generación frugal donde se reduce fuerte el consumo energético por cambio fuerte de comportamiento; y el escenario cuatro es una apuesta por la restauración, pero esperamos avances tecnológicos para concretarla. El uno y el cuatro son los que presentan mayores desafíos porque abordan una demanda social que implica cambiar la manera de vivir”, concluyó.