Después de muchos meses de trabajo, CEPSI presentó el 10 de noviembre, su nueva práctica recomendada, cuyos disertantes fueron el Ing. Pablo Morel, jefe de Especialidad – Cañerías – Proyectos de SECIN; el Ing. Pablo Tolosa, jefe de Ingeniería Mecánica y Civil de AESA, el Lic. Alejandro Durante, analista de sistemas de Ingeniería Piping, de Techint Ingeniería y Construcción, y el Ing. Eduardo Medina, líder del departamento de Piping de Worley. La presentación contó con la apertura del Ing. Juan Pablo Covini y la moderación del Ing. Roberto Massa, CEO de MASALRO y presidente del Departamento Técnico del CAI
Entendiendo la complejidad que representa el uso de esta poderosa herramienta, la práctica buscó brindar sugerencias sobre el manejo del proceso de conformación del modelo 3D y sus diferentes revisiones entre proveedor y cliente. Por ejemplo, qué debe entregarse en cada etapa; cómo homogeneizar criterios y brindar un lenguaje común entre el proveedor y el cliente, para mantener una mejor interacción entre ambas partes durante el proyecto, generando de este modo, una mayor productividad y eficacia en su desarrollo.
El primer anexo de la práctica cuenta con sugerencias por parte de los expertos, acerca de lo mínimos que se debe entregar en cada etapa de ingeniería, para cada tipo de infraestructura. Por otra parte, el segundo anexo cuenta con sugerencias de los documentos que deben revisarse a la hora de realizar las evaluaciones 30, 60 y 90 para cada etapa de ingeniería y disciplina.
El desarrollo de la práctica se ha pensado de manera general, de modo que la misma pudiera ser empleada en proyectos de pequeña y gran envergadura, así como también con distintos tipos de softwares. Es recomendable, según dijeron, tomar los lineamientos de la práctica no como un dogma, sino como una herramienta que luego debe ser evaluada en cada contexto y caso, por las partes involucradas en el proyecto. El modelo 3D es una herramienta y como tal, debe estar al servicio del proyecto.
Al mismo tiempo, la práctica incorpora una comparación entre los alcances planteados para cada etapa de ingeniería con los planteados por el BIM, a través de la definición de los LOD. Esta práctica no buscó ser una práctica acerca de metodología BIM, sino complementar el trabajo y brindar un mayor alcance a las sugerencias que la misma establece.
Por último, la práctica brindó sugerencias acerca de temáticas varias como la medición de avance, verificación de interferencias y chequeo de consistencias, entre otras.