El 20 de septiembre se llevó a cabo una nueva edición de este Ciclo que modera Juan Yacopino, presidente de la Comisión de Vivienda y Urbanismo del D.T del CAI y en el que participaron como oradores: Luciano Laspina, diputado nacional; Martín Tetáz, economista, precandidado a diputado nacional; Germán Gómez Picasso, director de Reporte Inmobiliario; Rodrigo García López, consultor en economía territorial en el ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial del Uruguay; e Iván Kerr, ex secretario de vivienda de la Nación.
La apertura estuvo a cargo del Ing. Pablo Bereciartúa, Presidente del CAI, quien señaló que “las ciudades son y funcionan en base a infraestructura e inversión, no sólo pública sino privada, y eso se da siempre en un marco regulatorio. En la Argentina necesitamos reflexionar sobre las leyes que hacen falta y cómo deben ser pensadas”
Juan Yacopino, dio paso al comienzo de las exposiciones. El economista Martin Tetáz abrió la rueda y sostuvo que “la famosa ley de alquileres es crónica de una muerte anunciada. Todos los economistas fuimos muy críticos en el momento en que se aprobó. Fue lo que nadie quería. La ley redujo dramáticamente la oferta porque agrega incertidumbre y la prolongación de contrato a tres años es una locura. Es, a mi juicio, el principal responsable de que se haya retirado masivamente la oferta del mercado”.
Germán Gómez Picasso, aseveró que “si uno busca una vivienda de calidad no hay precio” y apeló a datos del período de 2009 a 2017 donde los aumentos de los alquileres rondaban el 27,5% anual, contra una inflación promedio en torno al 28%. “En el último año, un tres ambientes en la ciudad aumentó 66%, en el Gran Buenos Aires un 68%, y en el interior, 70%. Es lo que aumentó por efecto de la ley”, afirmó, además de señalar que la norma también impactó de manera negativa en el valor de las propiedades, que han registrado bajas que oscilan entre el 30% y el 40%, según la zona del país de que se trate.
Por su parte, el diputado nacional Luciano Laspina, subrayó que “hay que exigir una derogación urgente de la ley. En nombre de los inquilinos hay que pedirles a los reguladores que no nos ayuden más. Creo que hay un aprendizaje grande a hacer en relación a los problemas existentes en términos de regulación en el Congreso de la Nación. No tiene las habilidades para especializarse en determinados mercados. En tal caso que establezca principios generales y derive en una entidad regulatoria las especificaciones. En un mercado tan competitivo, cualquier regulación genera distorsiones”.
El ex secretario de Vivienda de la Nación, Ivan Kerr, también describió la situación de la vivienda en la Argentina con cifras. Y destacó que, mientras el 92% de los argentinos viven en ciudades, “en la Ciudad de Buenos Aires, el 35% alquila, y lo que está ausente en la política habitacional es la figura del alquiler. Todos queremos ser propietarios porque la propiedad es resguardo de valor”.
Hubo coincidencia entre los oradores que el alquiler de la vivienda debe estar librada a la voluntad de las partes y a que el Estado debe estar presente para resolver la falta de acceso. Laspina propuso “establecer un mecanismo para que haya más oferta y competencia. En lugar de reprimir y generar más distorsiones, avanzar por otros caminos que generen más incentivos y no menos”. Propuso “crear un score de inquilinos que permita explorar un mercado de garantías para que una persona pueda alquilar más rápido y pagar un seguro más barato”, entre otras.
Desde Uruguay, Rodrigo García, realizó un análisis de la ley de bienes promovida en ese país y si bien señaló que ambos países comparten la visión de una sociedad patrimonialista, también dijo que “el sueño de la vivienda propia suele estar asociado a períodos de crisis”. Enfatizó, por esa razón, que “alquilar es una solución habitacional. Ha cambiado la forma en cómo los jóvenes viven, se comprometen, viajan, y alquilar es una medida válida para solucionar los problemas habitacionales”.
El especialista mostró cómo evolucionó la construcción de vivienda en Montevideo en la última década y cómo se comportaron los precios. Y destacó que hoy son objetivos de la política lo territorial, es decir, la ocupación de determinadas zonas, y la baja de precios por introducción de más oferta, para luego mostrar los resultados de esas decisiones.
Bereciartúa cerró el panel afirmando, que “es fundamental repensar las ciudades” y que “las malas decisiones se pagan”. Por ello, consideró necesario “ofrecer dentro de las opciones políticas, alternativas racionales, objetivas. Si nos dejemos llevar por golpes de efecto, sólo se llegan a marcos que no promueven inversiones verdaderas. Esperamos que el CAI haya aportado a eso”, concluyó.