El martes 29 de noviembre se llevó adelante en el Centro Argentino de Ingenieros la charla sobre políticas urbanas aplicadas al transporte que contó, entre los oradores, con la participación del Arq. Eduardo Moreno y el Ing. Luis Miguel Girardotti, ambos del Instituto del Transporte de la Academia Nacional de Ingeniería. El encuentro tuvo una introducción del Ing. Pablo Bereciartua, presidente del CAI, mientras que la moderación estuvo a cargo del Ing. Máximo Fioravanti, director del Instituto del Transporte.
En el evento, Bereciartúa resaltó la importancia de la alianza estratégica entre el CAI y la Academia Nacional de Ingeniería, que contó con el antecedente de una publicación conjunta sobre las contribuciones de la minería en Argentina. Posteriormente, Fioravanti invitó al ingeniero Luis Girardotti a presentar su exposición sobre el transporte en el área metropolitana de Buenos Aires, en la que compartió algunas definiciones vinculadas con el transbordo de los medios de transporte urbano por parte de los pasajeros. Entre los datos comentados por el ingeniero, se destacaron aspectos vinculados con la velocidad permitida, la demanda de los transportes, por parte de los usuarios, el impacto ambiental y la seguridad de los pasajeros.
Girardotti explicó que “el objetivo principal de los Centros de Transbordo es el de facilitar la intermodalidad, entendiendo como tal la optimización de la infraestructura y el parque móvil disponibles y el sistema operativo, para que los viajes resulten más cortos en distancia y tiempo, y con mayor comodidad”. Asimismo, consideró que “los Centros de Transbordo facilitan el aprovechamiento de los corredores de gran capacidad, donde es posible evitar recorridos largos en calles y avenidas congestionadas”, y que dicha implementación “permite la realización de otras actividades comerciales y sociales, tales como como locales de comidas, comercio minorista, y servicios”.
Para el orador, los objetivos de los Centros de Transbordo “plantean reducir cuestiones vinculadas con los tiempos de viaje, el aumento del confort de los pasajeros, la disminución de la congestión vehicular, así como incrementar la seguridad del transporte y reducir el impacto ambiental de los vehículos”. Para apoyar estos planteos, compartió datos sobre el Centro de Transbordo Moreno, y el Proyecto CdT Florencio Varela, ejemplos en los cuales se ven reflejadas dichas propuestas.
Luego fue el turno del Arquitecto Eduardo Moreno, quien compartió una presentación sobre las políticas urbanas y el transporte, tomando como referencia la complementación del sistema ferroviario a través de ómnibus, motos y bicicletas, entre otros, incluyendo las malas prácticas registradas en la vía pública. El arquitecto enfatizó sobre el concepto de “sustentabilidad aplicado al transporte público”, tomado como un desafío del siglo XXI su relación con las actividades económicas. Señaló que “históricamente el objetivo era satisfacer la demanda, pero que en la actualidad el mismo objetivo debe lograr incorporar las condiciones de sostenibilidad necesarias para lograr una ciudad sostenible”.
Moreno consideró que “los requerimientos básicos de una ciudad sostenible es poder disfrutar del aire limpio, que haya más espacios verdes, reducir los efectos de la isla de calor, reducir el consumo de agua, lograr una eficiencia energética, gestionar residuos urbanos, mejorar los servicios de salud y educación”. Por tal motivo, afirmó que “para que haya sustentabilidad se debe proponer la suspensión de subvenciones a combustibles fósiles, cambiar la producción energética a energías renovables, eliminar los vehículos a combustión interna, plantear penalidades que reflejen el costo de emisiones y electrificar el transporte público”.
Posteriormente los autores intercambiaron algunas opiniones sobre cómo lograr una ciudad donde pueda concebirse la sostenibilidad ambiental, económica, social y financiera, pero también institucional. Hubo coincidencia en advertir sobre “la carencia de políticas públicas en materia de transporte y tránsito urbano, ausencia de control del espacio público y la poca existencia de campañas de educación y seguridad vial, que incluye adopción de medidas de controles ambientales”. Los presentes en la charla, que se realizó en modalidad híbrida, participaron realizando preguntas y brindando sus opiniones acerca de la aplicación tecnológica en el transporte público, la necesidad de discutir políticas públicas y los criterios sobre cómo consensuar presupuestos, interrogantes que los oradores consideraron poder evaluar en el próximo encuentro, a través de nuevos documentos de trabajo.
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