El lunes 3 de mayo, a través de la plataforma Zoom, se realizó el primer diálogo de este nuevo ciclo, orientado a conversar con personalidades sobre temas del país, incluidos aquellos que están fuera de agenda “para pensar que Argentina tiene potencial hacia adelante y no está aprovechado”. En esta oportunidad el Ingeniero Pablo Bereciartúa, Presidente del CAI, dialogó con el Dr. Julio Crivelli, titular del estudio Julio César Crivelli Asesores Jurídicos y ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción.
Ambos abordaron la forma en que se conformó la Argentina a lo largo de su historia y trazaron ideas sobre cómo podrían impulsarse políticas que atraigan inversión para que generen empleo y, así, se combata a la pobreza.
Crivelli, comenzó con un poco de historia hasta llegar a la época de Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi. Tras mencionar que la decisión de aquel entonces se concentró en infraestructura y educación libre, gratuita y obligatoria, destacó que “hubo un plan para un país. Se discutía cómo se hacía el ferrocarril pero nadie discutía que había que hacerlo, que había que hacer puertos, porque era un país agroexportador. Y esto estaba claro en la generación del ‘37 y del ‘80. Había discusiones de forma, pero no de fondo”.
Bereciartúa mencionó que parte de ese éxito se debió a la conexión con el mundo, con los inmigrantes y con la educación. “Hubo una visión internacional de la Argentina”, apuntó al tiempo que Crivelli señaló que “Sarmiento y Alberdi se dieron cuenta de que la Argentina no es un mercado, que el mercado hay que buscarlo afuera, saber qué comprar y qué vender, que entonces era carne y granos, y hacer infraestructura. La situación de hoy es muy parecida. Hoy la Argentina tiene 45 millones de habitantes de los cuales la mitad es pobre, entonces somos un mercado de 25 millones, no somos un mercado”, sentenció.
Al ser consultado sobre qué rescata del siglo XX de la Argentina, recordó que la década del ´30 tuvo contrastes pero tuvo mucha reacción desde el punto de vista de la infraestructura porque se construyeron ferrocarriles y rutas en tiempo récord. Mencionó el avance de los hidrocarburos, el desarrollo de la siderurgia, y destacó que “era un momento de inversión que se pudo hacer desde el Estado porque era muy rico. Tenía dinero de stock y de flujo. Hoy la situación es muy diferente, ningún país en el mundo puede solventar la cantidad de infraestructura que se necesita. Los montos son tan enormes, porque la población ha crecido, que lo que se hacía con fondos fiscales en los ´30 ya no se puede hacer hoy”.
Agregó que “la década del ´60 fue el último momento en que tuvimos un plan. La Argentina se propuso la autonomía de hidrocarburos, el autoabastecimiento y modernizar su industria. El Presidente Frondizi fue el único que tuvo un programa claro de transformación. Después, el desarrollismo no se repitió más, una vez que se fueron nos quedamos sin nada”. Sobre los años ’90, subrayó que “la resolución del presidente (Carlos Menem) de incorporar el capital privado a la infraestructura y a los servicios públicos, fue fundamental”. Ejemplificó con la construcción de la Autopista Panamericana, que involucró una inversión de u$s 400 millones y que habilitó, con los años, la conformación de ciudades satélites a ambos lados de su traza.
Apuntó que “se hizo una inversión en infraestructura muy grande con lo que yo llamo el capital privado asociado. Sin infraestructura no hay capital privado asociado, que es lo que genera el empleo y si no hay empleo hay pobreza. La inversión es la oferta de empleo. En la Argentina nos falta oferta de empleo, y para ello hay que generar infraestructura”.
El presidente del CAI mencionó las medidas que están tomando hoy los gobiernos centrales, como los Estados Unidos, donde su presidente, Joe Biden, presentó al Congreso, el eje de su gobierno “que pasa por un gran plan de infreaestructura que ahora aborda la renovación sustentable además de hacer inversiones tradicionales y que generarán empleo a lo largo del territorio”.
Crivelli respondió que “los americanos cada vez que se sienten en peligro económico, hacen inversión en infraestructura” y que en el caso argentino, más allá de la falta de financiamiento, propuso avanzar con “una agencia donde haya participación del sector privado y público para generar el plan de infraestructura, porque hay que pensarlo teniendo en cuenta la economía real”, dijo. Esa agencia debería tener, a su vez, un directorio con estabilidad y una meta desarrollista, un plan estratégico a 10 o 15 años, que se actualice cada cuatro o cinco, separado de la política.
“Creo que primero se requiere un acuerdo político en el que se hace la inversión para que haya empleo y se elimine la pobreza. Luego ponernos de acuerdo en la política. Si no invertimos en infraestructura, no vamos a tener empleo y vamos a tener más pobres”, amplió.
Sobre el cierre, y en relación a los cambios que genera la pandemia, Crivelli sostuvo que “la pospandemia generará oportunidades y tendríamos que prepararnos con instituciones para aprovechar esas oportunidades tanto del punto de vista del capital argentino como del extranjero”.