Visitamos la Planta J. M. de Rosas, de AySA, con participación de profesionales y estudiantes extranjeros, como parte de un convenio con FIUBA.
El agua y el saneamiento son temas primordiales en los días que corren y el Centro Argentino de Ingenieros se hace eco de dicha cuestión, realizando diferentes visitas a plantas de AySA. En este caso, llegó el turno de la Planta Potabilizadora Juan Manuel de Rosas, en Ingeniero Maschwitz: el 14 de septiembre, una delegación del CAI llevó a cabo una recorrida técnica por ese establecimiento, conformada mayoritariamente por un grupo de estudiantes y profesionales extranjeros que participan de un programa de intercambio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. En su plan de apertura y comunicación, la institución les abre las puertas a los futuros profesionales de todo el mundo y el ciclo #Experiencias CAI reaviva la premisa de difundir la ingeniería.
Con la guía de Gustavo Bassedas, la delegación del CAI comenzó la recorrida con su charla técnica, en la que se conocieron los pormenores de la planta desde los tiempos de su construcción, que comenzó en el año 2009. Se resolvió sumar esta planta al sistema de suministro debido a la complejidad que implicaba el traslado del agua a la zona Norte del Gran Buenos Aires desde las plantas de Palermo (General San Martín) y Bernal (General Belgrano), a través de túneles subterráneos. Tigre y San Fernando se alimentaban desde Villa Adelina y en la actualidad hay dos canales que nutren a las zonas Tigre Centro y Pacheco-Benavídez.
El primer paso del proyecto fue colocar en el terreno unos 5.000 pilotes para soportar todas las estructuras de la planta; luego se construyeron las cámaras de 30 metros de profundidad para el trabajo de la tuneladora. Los criterios generales del proyecto fueron los siguientes: contar con agua cruda de fuente confiables (la calidad de agua del Paraná de las Palmas es mejor que en las Belgrano y San Martín); la desinfección (el agua tiene tres horas de contacto con productos purificadores); el proceso de potabilización (se realiza en bañeras múltiples); el diseño (tiene calles internas que permiten fácil acceso de camiones para diferentes acciones); el tratamiento del barro; y el aumento de caudal (hoy se llega a 300.000 litros procesados por día). ¿Cómo es el proceso de potabilización? El agua llega a la planta a través de un caño de 3,60 metros de diámetro desde el río Paraná de las Palmas y, a través de bombas elevadoras, comienza su recorrido por gravedad, pasando por etapas de filtrado, decantación, coagulación-floculación y desinfección. Cada uno de estos sectores fue recorrido por la delegación del CAI.
Como se mencionó, hubo profesionales y estudiantes extranjeros en la visita técnica a AySA. Entre ellos, Lizzeth Paola Callejas Calle, oriunda de Bolivia, quien contó que es “becada en la FIUBA: estudio Ingeniería de Alimentos y me falta la tesis para ser Ingeniera Química. Justamente por eso decidí asistir a esta experiencia”. Y agradeció: “Cuando empezó este intercambio, los estudiantes en la FIUBA armaron un grupo de whatsapp para ayudarnos a los extranjeros y así me enteré de esta actividad”. Acerca de la acción organizada por el CAI, valoró: “Es muy interesante tener la posibilidad de conocer desde adentro una planta como ésta, es inmensa. En mi país no existe algo así. Por eso es muy bueno que el Centro Argentino de Ingenieros nos dé la oportunidad de asistir a eventos de este tipo”.
En coincidencia, el venezolano José Javier Toro Alarcón, ingeniero eléctrico especializado en telecomunicaciones y nuevo socio del CAI, confió: “Llegué a la Argentina buscando crecer como profesional e indagué hasta encontrar al Centro Argentino de Ingenieros. Visité su sede y la información que me dieron sobre sus objetivos me pareció estupenda; de allí mi interés de poder formar parte de CAI, vincularme, conocer y tratar de aportar a la ingeniería del país”. Aprovechando la ocasión, vale conocer cuál es la mirada de un extranjero acerca de la ingeniería argentina: “Es muy bien valorada. Tengo varios colegas en países como México, Colombia o Estados Unidos, con quienes coincidimos en la buena posición de la Argentina. Por dar un ejemplo, en 2006 en Venezuela se quiso hacer uso del Gas Natural como parte del desarrollo de la industria automotriz convirtiendo a dual gran parte del parque automotor usando tecnología de punta: se utilizaron equipos diseñados y producidos en la Argentina. Y a nivel telecomunicaciones también son muy respetados”.