Una nueva delegación del CAI recorrió la Planta Potabilizadora Gral. San Martín, de AySA. Durante más de dos horas conocimos el proceso y las instalaciones a través de las cuales se obtiene agua potable para 6 millones de usuarios.
El CAI dijo presente en el barrio porteño de Palermo, en la Planta Potabilizadora Gral. San Martín, de AySA. El 25 de octubre realizamos una recorrida técnica para conocer de primera mano el proceso de potabilización del agua nada menos que en el establecimiento más antiguo de la Argentina, que se gestó a fines del siglo IXX debido a la epidemia de fiebre amarilla, dando inicio a una apasionante historia. Actualmente provee servicio a 6 millones de usuarios.
Para graficar la importancia del trabajo realizado por AySA, la agenda estuvo marcada por los datos generales del agua a nivel mundial, que motivaron a que la empresa trate de “incentivar el uso responsable”: en todo el mundo solo el 3% del agua es dulce (de hielos y glaciares, agua subterránea -la que requiere más proceso debido a diversos tipos contaminación- y superficial de fácil acceso). De ese porcentual, el 69% se destina a la agricultura, el 23% a la industria y el 8% para consumo humano. Uno de los temas tratados fue el consumo de los porteros de edificios: limpiando las veredas con agua ese consumo equivale al de 600.000 personas en sus hogares. En ese sentido, también se conocieron ejemplos elocuentes: un lavarropas consume 100 litros por ciclo; la descarga del inodoro, 16; una ducha breve, 100; y un lavado de auto, 360.
Luego de la charla introductoria, comenzó la recorrida por las diversas instalaciones de la planta, comenzando por una vista a uno de los siete pozos de aspiración que conectan a los ductos con el río. La confluencia de las cuencas de los ríos Paraná (con presencia de lodo y arcilla) y Uruguay (agua de excelente calidad) genera que el control deba ser permanente: el primer paso lo da el barco laboratorio Orión, con monitoreo constante de decenas de puntos río adentro, y luego hay estudios en cada parte del proceso de potabilización, atendiendo los valores de cloro y cal utilizados. Una vez completado el proceso, la red fina de abastecimiento se dirige a la planta elevadora en el Palacio de las Aguas, desde donde se divide la distribución por ríos subterráneos.
Entre la delegación, dijo presente la Ing. Daylín Vega, costarricense que actualmente participa de una maestría en Ing. Sanitaria de la FIUBA, gracias al programa de intercambio internacional. Valorando la experiencia señaló: “La visita me pareció muy interesante porque la Planta San Martín es muy grande y en mi país no hay plantas de tratamiento de agua potable de esta envergadura: las que he visitado antes son de pequeños acueductos rurales e incluso las de Acueductos y Alcantarillados (el equivalente a AySA en Costa Rica) no son de gran tamaño en el área metropolitana, lo cual es razonable en un país con una población de 5 millones de personas”. Y agregó: “Lo que más me ha impactado de AySA es que actualmente tenga a cargo uno de los proyectos más importantes en el área: la construcción del emisario submarino del Sistema Riachuelo. Me impacta y emociona mucho que se le dé relevancia al saneamiento ambiental y la obra continúe en pie a pesar de las dificultades económicas actuales. Seguir invirtiendo en infraestructura y en promoción de la salud debería ser una prioridad siempre”.
Por último, Vega explicó que “al CAI llegué por una publicación de la visita en un grupo de estudiantes internacional de la FIUBA: revisé la página web del CAI y vi que realiza varias actividades, todas muy interesantes. Es excelente que una institución brinde la oportunidad de conocer este tipo de instalaciones: el grupo de mi maestría valora estas experiencias y cada vez se suman más compañeros a las visitas”.