El cambio climático es una de las principales prioridades tanto en la agenda global como en la de los países líderes. Abordar de manera efectiva la mitigación de sus impactos, la adaptación de los territorios y la descarbonización de la economía se han convertido en cuestiones centrales en el siglo XXI.
Con el objetivo de generar conciencia y conocer experiencias internacionales el CAI organizó en conjunto CCBelux y la Cámara de Comercio Argentina-Países Bajos la jornada “El cambio climático: de la concientización a la acción”.
En la conferencia participaron expositores invitados nacionales y extranjeros que resaltaron la necesidad de tomar conciencia del cambio climático y sus efectos. Hoy el cambio climático es una realidad, no se puede negar y los países y organismos multilaterales tienen importantes responsabilidades para la nueva agenda.
El evento fue presentado y moderado conjuntamente por Rita Heirman, presidenta de la Cámara de Comercio Belga-Luxemburguesa, y Pablo Bereciartúa, presidente del CAI. “El cambio climático es hoy uno de los criterios que definen la economía, una buena parte de la inversión y una buena parte del comercio internacional. Por eso las cámaras han priorizado esta cuestión pensando cómo abordarla desde los ámbitos público y privado contemplando una agenda pragmática que maximice las oportunidades de las empresas y de los países”, señaló Bereciartúa.
El primer panel contó con la participación de Max Bello, experto en política pública oceánica, quien disertó sobre la importancia de la concientización y puesta en valor de la actualidad ambiental. También dio un panorama de lo que sucede en los océanos y los peligros que causa no sólo en cambio climático sino la forma en cómo se tratan y destratan. Por su parte, Christian Clauwers, fotógrafo oceanográfico polar y explorador, compartió una serie de imágenes muy elocuentes sobre los efectos en el ecosistema del desequilibrio y la falta de políticas efectivas en plena transición energética.
A continuación, se presentó el panel sobre la acción institucional y multilateral, integrado por Rodrigo Rodríguez Torquinst, Ex-secretario de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación de la Nación (2020-2021); Elsa Kelly, Directora del Comité de Asuntos Ambientales y Desarrollo Humano del CARI, Juliana Almeida, del Banco Interamericano de Desarrollo y Erán Nagan, jefe de Sección Política y Diplomacia Pública de la Unión Europea en Argentina.
La situación ambiental, cuya emergencia no sólo es tangible sino alarmante, está rodeada de intereses difíciles de conciliar. Uno de los desafíos es transformar la burocracia de la agenda para trascenderla, más allá de los acuerdos y convenios, e integrar a otros actores. Se tienen que medir las realidades con objetividad; es decir, tener elementos que demuestren lo que está sucediendo, con el propósito de cambiar el modelo de producción para el bien común. Eso implica una visión integradora del sector público y privado, a muy largo plazo, y no una actitud paliativa que sólo alivia y no resuelve el problema.
A continuación, se produjo el panel académico y empresarial, con la participación de Dario Martin Febré como moderador, acompañando a Griselda Lambertini, Directora Académica del CIADE, Teresa Motta Account, Manager Air-France KLM Argentina; Martín Genre de Arcelor Mittal; y Bernardo Andrews, CEO de Genneia. El diálogo giró alrededor de desarrollar una industria que ayude a intervenir en la naturaleza sin generar efectos contraproducentes. Se habló sobre hidrógeno verde, energía eólica y las políticas de cooperación internacional, que considera clave a la Patagonia argentina por su gran potencial de generación de recursos. La inversión en infraestructura es importante para aprovechar las oportunidades de descarbonización y generar impacto ambiental positivo, así como los incentivos fiscales y la cooperación bilateral, que pueden alentar todavía más a bajar emisiones por parte de las empresas estatales y privadas.
Para desarrollar estos proyectos y llevarlos a los sitios en donde hay mayor demanda es necesario repensar el transporte que los llevará. Durante muchos años Europa creó un mercado competitivo en energías sustentables al que la Argentina debe apuntar. Un ejemplo pertinente y útil es el uso de combustible SAF –y los materiales del servicio de abordo- por empresas como el grupo Air France-KLM, ajustadas a las metas impuestas por la UE para 2030. Otro, el ofrecido por la importante productora de acero Arcelor Mittal, con una meta de sostenibilidad que incluye un inventario CO2 estandarizado y el objetivo de ser Carbono Neutral en 2050.
“Hay desafíos y obstáculos, pero también muchas oportunidades para que Argentina juegue un papel protagónico. Aunque hay algunas trabas aún como la logística de energía renovables, es buena la noticia sobre la existencia de financiamiento disponible y que vamos a necesitar para desarrollar este camino. Me parece que es muy positivo, de cara al futuro y espero que los gobiernos que nos acompañen en el futuro puedan seguir el camino de la lucha contra el cambio climático y estar al nivel de la responsabilidad que eso implica. Argentina está bien posicionada para tomar su rol en esta lucha”, concluyó Rita