El ganador de la última edición del Premio La Ingeniería, emblema del Centro Argentino de Ingenieros, concedió una entrevista a los medios del CAI.

La jornada de entrega del Premio La Ingeniería 2017 quedó atrás pero todavía se oyen voces en torno a la importancia que tiene el hecho de que el Ing. Eduardo Baglietto haya recibido dicha distinción. Incluso el propio ganador dejó tela para cortar, en una entrevista concedida para este sitio. “Este premio me emociona, es el premio más importante de la ingeniería argentina, es un premio único, entregado por los propios colegas, entregado por un Centro Argentino de Ingenieros que tiene años y años, con una trayectoria que incluye una lista de presidentes todos célebres profesionales. Es decir, un CAI que ha hecho mucho por el país: entonces, que una institución así reconozca a un ingeniero cada dos años, y ser yo uno de ellos, me deja con una profunda emoción. Y si veo la lista de los lo han recibido antes, más emoción todavía”, admitió Baglietto.

Siempre interesado por la realidad nacional, atento a emprender nuevos proyectos y desafíos, condición que lo impulsó para que fuera propuesto como candidato a ganar el Premio La Ingeniería, Baglietto advierte que “es imprescindible que los ingenieros aporten ideas. Sin ellos es muy difícil trabajar para un gobierno nacional, incluso en un país que tiene capacidades intelectuales y tiene recursos para crecer y volver a estar entre los principales del mundo. Y, precisamente, en el CAI está el cómo aprovechar los años de experiencia, con ingenieros de gran nivel que han trabajado en grandes obras o proyectos del país. Es el momento de aprovecharlos. Con la experiencia de tantos años y desarrollos que he realizado puedo decir que no sólo la ingeniería debe intervenir sino que debemos ver cómo lo hace, con qué calidad, con qué excelencia. El gobierno tiene que aprovecharlo con los ojos cerrados: hay que hacerlo con muchísima responsabilidad, con equipos interdisciplinarios y con conocimiento”.

Mencionando al Centro Argentino de Ingenieros, el flamante premiado señaló que “las constantes actividades que hace el CAI están muy bien: diría que tiene que apretar a fondo el acelerador, siguiendo el mismo camino”. Y dedicó palabras especiales para las nuevas camadas de profesionales, a las que, justamente, el CAI dedica especial interés: “Al joven hay que formarlo. Yo les digo a quienes se reciben de ingenieros que reciben un papel y no son ingenieros todavía: se es Ingeniero después de 6, 7, 8 años en los que uno ha estado involucrado en proyectos de ingeniería, acompañado por ingenieros de mayor experiencia… Es un aprendizaje continuo. Creo que yo fui ingeniero en serio al octavo año después de haberme recibido a pesar de haberlo hecho con medalla de oro. Las Comisiones del CAI permiten intercambiar ideas entre mucha gente joven e ir creciendo entre ellos”.