El martes 23 de marzo se llevó a cabo la Charla CAI “Ingeniería Global Post Pandemia”, que estuvo a cargo del Ingeniero Pedro Napoletano, Director Corporativo de Ingeniería- Techint, quien se refirió los paradigmas que han cambiado sustancialmente por la pandemia; las nuevas formas de organización; los procesos de innovación; el foco en la productividad y el trabajo integrado entre regiones y países y los desafíos vienen para la ingeniería.
En el comienzo, el Ing. Napoletano agradeció al CAI y explicó que se proponía dos cosas: “Que la charla fuera un disparador y que esto, que está basado en mi experiencia personal, sirva como ejemplo para reflexionar”.
“Quiero que pensemos en la pandemia, aunque sin embargo nos viene a disparar cosas, o nos potencia cosas que veníamos trabajando, o cuestiones que teníamos en carpeta, y de alguna manera por el hecho imprevisto, potenció un montón de cosas que creíamos que no podíamos hacer”. Y focalizado en algunos aspectos, uno es la parte humana. Cuando incorporamos a los jóvenes que vienen de las universidades nos basamos en el aspecto humano. En la Ingeniería armamos grandes grupos de trabajo, y el aspecto humano es clave: cuando tenemos muy buenos técnicos pero no se relacionen entre sí, el proyecto falla”, dijo.
“Vamos a destruir todo lo que teníamos armado como concepto establecido y vamos a desarmarlo para rehacerlo de nuevo en este contexto absolutamente disruptivo. Debimos pensar en adaptarnos a cambios muy inciertos. Las organizaciones no cambian porque sí, sino porque cambian las personas. La pandemia tiró sobre la mesa una cantidad de cambios, y acá aparece el concepto de la flexibilidad. Si me hubiesen preguntado a mí, hace un año, si nosotros podíamos desarrollar, con 200 técnicos multidisciplinarios un proyecto de trabajo y desarrollo con los ingenieros trabajando desde su casa, hubiese dicho que es imposible”, señaló.
“Mi primer proyecto fue allá por el 84, a lo largo del tiempo viví la experiencia de armar varios proyectos en distintos parte del mundo, y a lo largo del tiempo, usando herramientas sofisticadas, hemos aprendido a desarrollar esta tarea optimizando el tiempo. Este fue siempre un tema que nos preocupó. Entonces, ¿cómo vamos a proyectar en el tiempo este tipo de trabajo, de proyectos, con la mayoría del personal trabajando desde su casa? Comenzamos entonces a agudizar el ingenio y a pensar cómo lograrlo. O sea, todo aquello que no podía ser en otras condiciones, en estas, por la pandemia, tenía que ser, porque no teníamos otra forma de llevarlo a cabo, y no teníamos otra alternativa. Veníamos con algo de actividades en Home office, en el que la gente, el personal, venía una vez a la semana, estaba armado por disciplina y también por proyectos. Pero, no con toda la gente trabajando desde casa. Los cambios fueron paulatinos. Comenzamos pensando que esto era por pocos meses, y que los parches que fuimos implementando, solo iban a durar poco tiempo”, explicó.
“La primer ruptura de paradigma es que no podemos trabajar todos desde nuestra casa y en forma coordinada. Y acá venía un nuevo concepto, el del trabajo no como lugar donde se desarrolla, sino como algo se hace, en los tiempos y la calidad que se necesita. Teníamos proyectos en distintas partes del mundo, que debíamos desarrollar y que no se podía detener. Y comenzamos a pensar para eso, en lo que teníamos disponible y que lo que no teníamos, ver como lo viabilizábamos para que esta modalidad sea disponible. Otro desafío era como capacitar a quienes incorporamos a los proyectos nuevos, para que se sumen a cada equipo. Y en este caso la innovación, para sumar herramientas para este tipo de trabajo. Al principio comenzaron a aparecer dificultades de conectividad o de tecnología, distribuyéndolo como un pack a cada casa para avanzar en cada proyecto”, contó Napoletano.
“Entonces que hicimos: debimos implementar, más que antes de la pandemia, la IoT, para obtener mayor conectividad entre dispositivos, poder visualizar datos de diversas fuentes de forma simultánea, tomar decisiones más efectivas basadas en multiplicidad de datos simultáneos y aumentar el control y predictibilidad en los proyectos. También nos volcamos a un desarrollo fortalecido de la ingeniería y una construcción modular, tomando en cuenta un enfoque reforzado en sustentabilidad y energías renovables. Para esto fue clave la explotación de las nuevas tecnologías y digitalización como por ejemplo BIM, realidad aumentada, realidad virtual y UPV. La automatización de sistemas y procesos y el empleo de drones y sistemas láser automáticos y las simulaciones en 4D. Para todo esto hubo que realizar una gran inversión en IT, en I+D y tecnología y capacitación, ya que estas modalidades vinieron para quedarse”, agregó.
“Otra cuestión que debimos modificar fue cómo integrar las distintas sedes de Ingeniería, en las que trabajan unas 1200 personas. Nosotros tenemos sedes en Buenos Aires, Brasil, Ecuador, México, la UE y la India, por lo que debimos trabajar con una importante sinergia entre las sedes pero de modo virtual, con un software integrado, para poder homogeneizar procedimientos y estandarizarlo, más allá de la especificidad de algunos clientes”, dijo.
“Al momento que ocurrió la pandemia, por ejemplo, estábamos desarrollando una Central Termoeléctrica en Brasil de ciclo cerrado llamado Parnaiba V. Para esto debimos integrar tres sedes de ingeniería: Brasil, Argentina e India. Otro ejemplo es el Central Térmica Pesquerí, en México, donde también se integraron equipos de ese país, India y Argentina”, expresó, a modo de ejemplo, al tiempo que mostró una serie de gráficos.
“En cuanto a la forma de trabajo en la sede argentina, estamos reduciendo algunas posiciones de trabajo en nuestras oficinas con el fin de mantener el distanciamiento, por lo que quedará mucho espacio libre, y además esos mismo lugares ya no serán fijos sino flexibles de acuerdo a quien necesite usarlo quizá para alguna reunión con el cliente, vía video, o con los equipos en el exterior, por lo que sería una especie de CoWorking, pero intentando que haya poca gente en las oficinas, salvo que sea necesario. Para eso desarrollamos una App, para reservar una sala de CoWorking, o de espacios de estacionamiento. También realizamos un relevamiento topográfico con Drones para, a partir de un modelo 3D, recabar la información del suelo sin tener que trasladarnos hasta allí. Por otra parte logramos poner en marcha la planta de Genelba con solo la presencia de una persona y el resto, inclusive los ingenieros de Alemania de la firma Siemens, en forma virtual cuando antes hubiésemos trasladado a la planta a una veintena de personas”, explicó.
“Esta actualidad nos presenta varios desafíos importantes de cara al futuro: la redefinición del lugar de trabajo como entorno colaborativo y con el personal desde su casa, una fuerte capacitación On Demand, un fuerte giro hacia la innovación para estar a la vanguardia y la implementación de todo tipo de soluciones virtuales, con el fin de disminuir la cantidad de personal en el lugar. Esto vino para quedarse y será un desafío para todos los que estamos en la Ingeniería”, expresó.
“En cuanto a las tendencias que se vienen a futuro para la ingeniería, está todo lo relacionado a energía renovable que tomó gran impulso en el mundo, durante el primer año de pandemia, y que puso en marcha innumerables proyectos. Muchos asociados al desarrollo de energías renovables y también a la acumulación, pero sobre todo a la posibilidad de extraer hidrógeno verde y también el hecho de poder acumularlo. Y en esto la Argentina, tiene un gran potencial, por lo que creo que se vendrán muchos proyectos vinculados además de una serie de subproductos. Al mismo tiempo, la captura de CO2, tanto onshore como offshore, tienen un gran potencial para desarrollar. Otra tendencia que veo, que se va a potenciar con mucha fuerza – y que lo tenemos identificado para ponerlo en foco -, es todo el tema de las nuevas tecnologías, Big Data, Machine Learning, con el fin de hiperautomatizar los procesos, es decir que serán las que ayuden a las compañías a ser más flexibles y resilientes”, finalizó.