Los días 10 y 11 de mayo, y organizado en forma conjunta por el BID y el CAI, se llevaron a cabo estas dos jornadas, en el salón Costantini del CAI. La Apertura estuvo a cargo de Agustín Aguerre, representante del BID en Argentina; y Tatiana Gallego, jefa de la División de la Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) del BID
En la primera jornada, el día 10, la actividad se dividió en dos panales. PANEL 1: Políticas Urbanas, Gobernanza, y Sostenibilidad Económica, Social y Ambiental , donde el moderador fue Hernán Vela (CAI) y los oradores Camila Maleronka (Brasil); María Cristina Rojas (Colombia) y Daniel Chaín (Argentina). En el Panel 2: Movilidad y Desarrollo, el moderador fue Diego Arcia (BID), y los oradores Samuel Alatorre (México); Darío Hidalgo (Colombia); Liliana Vallicelli(Brasil) IPPUC (Instituto de Pesquisa e Planeamiento Urbano de Curitiba); y Eduardo Moreno (Argentina).
La actividad de la segunda jornada se desarrolló en dos paneles. Panel 3: Financiación del hábitat I, con la moderación de Fernando Toro (BID) y como oradores Verónica Adler (Uruguay); Camila Scucato, Paranacidade (Brasil); y Alessandra D’Ávila, de Munha Casa Minha Vida (Brasil); y, por otro lado,el Panel 4: Financiación del hábitat II cuyo moderador fue Juan Yacopino (CAI) y los oradores Marco Gorini (Brasil); Guillermo Rolando (Chile); María Claudia Souza, APPs de vivienda social (Brasil); y Clemente Tribouillard (Brasil)
Tatiana Gallego jefa de la División de la Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) del BID, inició la presentación y se refirió a las posibilidades de la argentina: “Argentina es un país eminentemente urbano, con más del 90% de la población viviendo en ciudades, por lo cual la calidad de los instrumentos de planificación urbana y territorial son esenciales para asegurar la organización integrada y sostenible. Y necesitan incorporar temas de gobernanza interfederativa, de gestión, de infraestructura, de movilidad y de vivienda. Por ello estamos muy entusiasmado con las presentaciones que se van a dar en estos días. Por otro lado, ante las restricciones crecientes de financiamiento público hemos confirmado la necesidad de buscar modelos de financiamiento privado, quizá no convencionales, a través de otro tipo de herramientas de gestión del suelo, como puede ser la captura de plusvalía, o el uso de instrumentos innovadores en el financiamiento del hábitat, con participación y alianzas con el sector privado. Los temas que veremos estos días están muy bien alineados con los objetivos que tenemos en el BID”, señaló.
Luego comenzó el primer panel Hernán Vela (CAI), como moderador, presentando a los oradores y dio paso a Camila Maleronka (Brasil). “Los valores son definidos por la ciudad y no por la parcela”. Y definió los componentes del valor el suelo: esfuerzo del propietario, las acciones de otros individuos, los cambios en la normativa urbanística y las inversiones públicas. “Una ciudad necesita parques, pero es muy caro comprar para hacer eso, y a veces la política, con su intervención en políticas públicas lo hizo más caro. En cuanto al otorgamiento oneroso del derecho a construir, tenemos más ingresos y más costos, pero el terreno duplica su valor. En San Pablo esto está vigente desde el año 2004, y se aplica en toda la ciudad. De esa forma la ciudad logró recuperar para el público zonas urbanas para reformular el derecho oneroso para la construcción”, explicó brevemente Maleronka.
Le siguió María Cristina Rojas (Colombia), quien relató algunas experiencias de su país en el ordenamiento territorial y los proyectos urbanos. “En Colombia la ley nos otorgó tres instrumentos: uno, cuál es el objetivo que buscamos en el ordenamiento territorial; luego la gestión, es decir cómo y cuándo; y la tercera es la financiación, que es con qué”. Mostró un proyecto de Ciudad del Río, en Medellín, que se identifica como un suelo de renovación urbana para dejar de ser un territorio industrial. Se trata de un área de 30 ha, en el que se implementó una Unidad de Gestión, entre 6 propietarios, para desarrollar un proyecto redistribuyendo las cargas a los privados.
Le siguió, Daniel Chaín, quien se refirió al desarrollo de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires. “La Ciudad adoptó claras políticas urbanas para lograr equilibrar la zona note con la zona sur. En el Distrito de las Artes, que se da en la zona de La Boca, hemos desarrollado una serie de renovaciones de edificios históricos para transformarlos en museos y lugares de visita. La clave fue trasladar el edificio de la sede de Gobierno a la zona de Parque Patricios que causo un verdadero cambio. En cuanto al desarrollo de la zona de Lugano, los vecinos participaron presentando propuestas sobre diferentes temáticas en cuanto al desarrollo de la zona la construcción de la Villa Olímpica fue revolucionario para la zona, ya que después esas viviendas fueron vendidas a los habitantes, que era uno de los pedidos de los vecinos. Pero el impacto del diseño y el hecho de que se tratara de la villa donde se alojaron los atletas, ha revalorizado y generado un impacto muy positivo en la zona”, explicó Chaín.
En el Panel 2: Movilidad y Desarrollo, su moderador Diego Arcia (BID) inició presentando a los oradores y dio paso a Samuel Alatorre (México). Primero explicó que es un DOT, Desarrollo Orientado al Transporte, que es una combinación entre el desarrollo, la vida urbana y los elementos de transportes. “DOT es una estrategia para reimaginar la transformación tras como lo hemos vivido hasta la fecha. Hay una gran variedad de instrumentos de recuperación y captura de valor, y financiamientos tradicionales, que se pueden articular con la iniciativa privada para darle un nuevo valor para los habitantes. Los beneficios orientados al transporte crean nodos de empleos en las ciudades que han sido relegadas por las dinámicas de crecimiento, además crea oportunidades para crear viviendas asequibles, ya que los grupos de menores ingresos suelen ser relegados.”, explicó Alatorre.
Le siguió Darío Hidalgo (Colombia), “Quiero mostrar un caso que se desarrolló con portes del BID en la Ciudad de Pereira, que sufrió un terremoto. Los conceptos eran agrupar el suelo, y se hicieron nuevos equipamientos urbanos, culturales y sociales, y totalmente conectados con la red de buses, todo costó 57 millones de dólares y la mitad fue aportado por organismos internacionales. El corredor es parte de otra intervención, pero fue integrado a este sistema de desarrollo. El proyecto contó con una gestión Pública y Privada, y con reducción de impuestos para que se sumara el sector privado. Aunque aún no está terminado, han quedado algunas piezas del plan pendientes. Otro proyecto fue el de Ciudad Verde, cercano a Bogotá, una zona de menores ingresos, pero el Gobierno intervino en el área de vivienda con unas 56 mil unidades en una zona rural. El balance no ha sido el mejor ya que se ha desarrollado en un 14%, faltan las escuelas, los hospitales y las vinculadas al tema de seguridad. Aquí vemos que podemos tener planes extraordinarios pero que no pueden desarrollarse completamente ya que no hay una buena conectividad con la ciudad de Bogotá, que cuenta con un solo acceso a través de la Autopista Sur. La lección es buscar la gestión integrada ya que vimos que había poca integración entre la planeación del ordenamiento territorial y los sistemas de movilidad”, señaló Hidalgo.
Fue el turno de Liliana Vallicelli (Brasil) del IPPUC (Instituto de Pesquisa e Planeamiento Urbano de Curitiba). “La misión de este instituto es desarrollar e implementar el plan director, compartir buenas prácticas y promover la interacción con el área pública y privada. En Curitiba fue aplicado el sistema DOT exitosamente. Aquí el uso del suelo, el sistema vial y el transporte público se respetan. En las zonas de más alta densidad se desarrolla el transporte vial en carriles exclusivos y rápidos y continúa hacia los laterales de acuerdo a las normas de zonificación. Por otra parte, la norma indica, en la zona más densamente pobladas, una distancia de 4 metros de vereda y en las plantas bajas de los edificios, el desarrollo de comercios a la calle. En cuanto al transporte se diferencia por colores, uno para las de doble fuelle que viaja por los carriles rápidos, otro para las que también van hacia la periferia, otra para las dedicadas solo al turismo y otro para las primeras que están funcionan a energía eléctrica. La meta es llegar hacia 2050 a las emisiones cero”, comentó Vallicelli.
Cerró Eduardo Moreno (Argentina), quien remarcó “la falta de accesibilidad en áreas de servicios ferroviarios, la falta de articulación entre las políticas de movilidad y de planificación urbana, la falta de control en el uso del espacio público, los problemas jurisdiccionales debido a que los servicios y la infraestructura dependen de autoridades distintas. Es decir, los servicios de transporte por automotor contribuyeron a satisfacer necesidades de traslado, pero a costa de externalidades negativas, como lo pueden ser la contaminación y la inseguridad, entre otras”
En el Panel 3, el moderador fue Juan Yacopino (CAI); y los oradores Verónica Adler (Uruguay), Camila Scucato, Paranacidade (Brasil) y Alessandra D’Avila, Munha Casa Minha Vida (Brasil). En el Panel 4, el moderador fue Juan Yacopino (CAI); y los oradores Marco Gorini (Brasil); Guillermo Rolando (Chile); María Claudia Souza, APPs de vivienda social (Brasil) y Clemente Tribouillard (Brasil).
En el inicio de la jornada, el moderador dio unas palabras de bienvenida y enseguida dio paso a las exposiciones.
Verónica Adler (Uruguay) inició la jornada presentando un video donde se pudo ver cómo se gestionó la transformación del Barrio Goes, en Montevideo, con la refacción del Mercado Central Agrícola, una vieja fábrica reconstruida en edificio de vivienda, y otros desarrollos como escuelas, parques, salas de salud y la ayuda a los vecinos con el otorgamiento de créditos blandos para la adquisición de viviendas o para cambiar las fachadas de sus casas. Todo con préstamos del BID. Adler luego se refirió a la necesidad de suelo de reserva urbana de propiedad del Estado, como lo fue en el caso del video, y mejorar el stock habitacional.
Le siguió Camila Mileke Scucato, Paranacidade (Brasil), quien se refirió en su presentación al área urbana del Estado de Paraná, y a ciudades como Curitiba, o más pequeñas, que dependen de recursos de transferencias voluntarias para realizar intervenciones. Contó que la Secretaría de Estado, es la encargada de investigar y llevar a cabo los proyectos, para lo que se creó Paranacidade, una sección del municipio, para esa tarea. Contó que una de las primeras intervenciones estuvo vinculada a la promoción de la instalación de empresas o proyectos de tecnología de forma exitosa, lo que generó un gran movimiento urbano en la ciudad, y fue la primera acción en el municipio de Paraná.
Le siguió Alessandra d’Avila, de Munha Casa Minha Vida (Brasil), quien se refirió, en su presentación, a la producción habitacional por medio de la promoción de subsidios para la accesibilidad de viviendas urbanas, con fuerte presencia de los Entes Públicos, de parcelas reducidas que son pagadas en sesenta meses, además de la incorporación de constructoras y de agentes financieros. La clave fue el otorgamiento de créditos blandos por medio de cooperativas sociales, en las que el 90% de las familias han podido acceder. En el período 2009/ 2020 se han otorgado 517 millones de Reales para unas 5.649. 078 de viviendas de uno o dos ambientes. Y en el período 2020/2023 se dedicaron unos 131 millones de Reales para unas 937 mil viviendas, nuevas o usadas en áreas urbanas y rurales.
En el Panel 4, los oradores fueron Marco Gorini (Brasil); Guillermo Rolando (Chile); María Claudia Souza, APPs de vivienda social (Brasil) y Clementine Tribouillard (Brasil).
Para finalizar, fue el turno del Panel 4, también moderado por Yacopino, quien inmediatamente le cedió la palabra a Guillermo Rolando (Chile).
La presentación de Guillermo Rolando (Chile) se basó en el acceso al suelo y por lo tanto a la mayor producción de hábitat, en la ciudad de Temuco. “Utilizamos el 1,5 del PBI del país para dedicárselo a la construcción de viviendas financiados por entes públicas. La producción en nuestro país ha ido creciendo en una década, pero para familias de ingresos medios, no para familias de bajos recursos. En esta ciudad, supimos que estábamos construyendo poca vivienda social. Uno de los factores fue la compra directa de la tierra para la que se utilizaban un 5% del Fondo Solidario. Por otra parte, nos enfocamos en los asentamientos. Y en eso el Estado se anticipó comprando terrenos antes de que desarrolláramos esos barrios y le lleváramos a las cercanías el transporte público, lo que hizo que se revalorizaran los precios de las tierras”. Le siguió María Claudia Souza, APPs de vivienda social (Brasil), que se refirió a las acciones y propuestas del Estado de San Pablo, en cuanto a las viviendas sociales. Marcó que los objetivos son avanzar en los recursos coordinados para el desarrollo urbano promoviendo la captación de recursos de diversas fuentes, con la participación de la iniciativa privada distribuyendo en el tiempo las acciones integradas de revalorización y recuperación urbana y ambienta, bestión y manutención de los beneficios las acciones de apoyo en los territorios prioritarios, maximizando sus beneficios y propiciando acciones y gestión de los beneficios producidos contribuyendo a la sustentabilidad. Mostró, a través de gráficos, los emprendimientos residenciales en la zona de San Cayetano, en el complejo Julio Prestes, y luego mostró, como caso de estudio, el programa de recuperación urbana y de viviendas en el barrio Pedro II.
Fue el turno de Clementine Tribouillard (Brasil), especialista del BID en Brasilia, quien mostró el plan de desarrollo y financiamiento de vivienda basados en un kit, para los cual los aspirantes reciben una capacitación de la mano de obra local en FAVELAR y el apoyo de la red nacional de empresas de construcción, dirigida a las viviendas precarias de habitantes de bajos ingresos. De esta forma surgen nuevas PyMEs que están vinculadas a la transformación de las barriadas populares. En este sentido, contó que la mayoría de las involucradas son unas 2500 mujeres acompañadas para tal fin con al menos tres instituciones públicas, cinco instituciones intermediarias y diez universidades, programa con el cual esperan impactar en 25 mil familias.
Finalizó Marco Gorini (Brasil), explicó la forma en que el BID financia los proyectos comentados en los otros dos paneles de esa mañana, e invirtió su tiempo en explicar detalladamente, los diferentes fondeos para cada uno de los distintos desarrollos.
Y para finalizar, el presidente del CAI, Ing. Pablo Bereciartua, brindó unas palabras de cierre de las jornadas en las que valoró el accionar de los organizadores y coordinadores de las jornadas y destacó que “hemos podido tener una experiencia única y con miradas y propuestas de muchos de los países de América Latina. Nos hemos metido, creo yo, en varios de los desafíos reales que hay por delante para resolver temas que le importan a la gente hoy, como es el de hacer funcionar a las ciudades y lograr cerrar la brecha del déficit de vivienda que existe, lamentablemente, en muchos de nuestros países y muchas de nuestras ciudades. Lo que queda por delante son muy importantes oportunidades de usar estos conocimientos, estas experiencias, para cambiar la realidad. Es la misión del CAI, bajar a tierra soluciones que tengan impacto y potencien las políticas públicas, logrando que haya inversión y que eso se traduzca en empleo, para resolver temas estructurales”, finalizó.