Infraestructura y Territorio: hacia una nueva agenda de gestión hídrica en Argentina

El pasado 22 de mayo se llevó a cabo en la biblioteca “Luis A. Huergo” del Centro Argentino de Ingenieros el evento “Infraestructura y Territorio: Nuevas Miradas para una Gestión Hídrica Sostenible”, un encuentro que convocó a referentes nacionales e internacionales con el objetivo de repensar los paradigmas actuales de planificación hídrica frente a los desafíos impuestos por el cambio climático, la urbanización intensiva y la creciente frecuencia de eventos extremos.
Organizado por la Comisión de Infraestructura del CAI, con el auspicio de GWP Argentina (Global Water Pertnership Argentina), la jornada estuvo coordinada por el ingeniero Rodolfo Aradas, especialista en planificación de infraestructura hídrica, y contó con la participación de la Dra. Xiaoyan Jia (Global Water Partnership), el Ing. Daniel Bacchiega (Instituto Nacional del Agua) y el Arq. Daniel Kozak (UBA, CONICET, UNSAM).
A partir de recientes eventos de inundación en ciudades como Bahía Blanca, La Plata, Santa Fe y el noroeste del Gran Buenos Aires, el panel propuso un enfoque integral que articule planificación territorial, adaptación climática y nuevas formas de intervención basadas en infraestructura híbrida. Se expusieron las limitaciones técnicas, financieras y normativas del modelo vigente, y se discutieron los desafíos que enfrenta la ingeniería hídrica urbana en un contexto donde los estándares tradicionales de recurrencia han quedado obsoletos frente a lluvias de 300 mm o más en pocas horas.
Uno de los ejes centrales fue el análisis crítico de las obras de infraestructura ejecutadas en las últimas décadas. A partir de experiencias como el Plan Director de Ordenamiento Hídrico de la Ciudad de Buenos Aires o el sistema de defensa de Santa Fe, los especialistas coincidieron en que, si bien la ingeniería ha logrado diseñar soluciones eficaces para eventos de 10 o 20 años de recurrencia, estas resultan insuficientes ante los nuevos regímenes hidrometeorológicos. Asimismo, se remarcó que muchas obras estratégicas como presas de retención o túneles aliviadores no llegan a construirse o se ejecutan con demoras de una o dos décadas, lo que compromete su utilidad real frente a los riesgos actuales.
En ese marco, se destacó la necesidad de avanzar hacia modelos de planificación adaptativa, multiescalar y territorializada. Se presentaron experiencias internacionales financiadas por el BID en Colombia, Uruguay y Perú, donde se desarrollaron planes nacionales de drenaje pluvial con cobertura en cientos de localidades en plazos reducidos, utilizando herramientas de análisis hidrológico simplificadas, sistemas de información geográfica y criterios de priorización basados en riesgo y brecha de infraestructura.
La Dra. Jia subrayó que el 80% de las soluciones de adaptación climática más costo-efectivas están vinculadas a la gestión del agua. Señaló la importancia de los sistemas de alerta temprana, la infraestructura resiliente y la gestión integrada de recursos hídricos como pilares fundamentales. Asimismo, remarcó el rol emergente de las tecnologías digitales como los sistemas gemelos digitales de monitoreo hídrico, ya implementados en diversas ciudades del mundo.
Por su parte, el arquitecto Daniel Kozak abordó el concepto de infraestructura azul y verde como alternativa o complemento a la infraestructura tradicional. Rechazando su categorización como “medidas no estructurales”, propuso reconocerlas como verdaderas infraestructuras urbanas capaces de generar múltiples servicios ecosistémicos. A través de ejemplos locales e internacionales, se demostró cómo parques inundables, plazas absorbentes y reservas naturales urbanas pueden funcionar como reservorios activos, mitigando inundaciones, mejorando la calidad del aire y el agua, aumentando el valor del suelo y promoviendo la biodiversidad urbana. En términos de costo-beneficio, la inversión en infraestructura verde puede superar incluso a las soluciones convencionales cuando se consideran sus externalidades positivas.
El cierre de la jornada estuvo marcado por una conclusión transversal: es imprescindible dejar atrás la lógica reactiva de intervención post-evento y avanzar hacia una planificación hídrica preventiva, basada en datos, con integración disciplinaria y fuerte institucionalidad. La infraestructura urbana ya no puede entenderse como un conjunto de intervenciones aisladas. El agua debe ser tratada como un servicio más dentro del sistema urbano, con niveles de servicio claramente definidos, indicadores de desempeño, y mecanismos de financiamiento específicos. En ese sentido, se planteó también la necesidad de modificar los programas de estudio de ingeniería civil para incorporar estos nuevos enfoques, hoy ausentes en la formación técnica tradicional.
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