El Centro Argentino de Ingenieros llevó a cabo su tradicional Semana de la Ingeniería 2024, un evento para compartir experiencias y oportunidades que contribuyan al desarrollo de la Argentina. Bajo el lema “Argentina: de granero del mundo a las góndolas internacionales”, la SI 2024 está dedicada a la industria de alimentos y bebidas, uno de los sectores más dinámicos de la economía. El evento, constó de seis paneles y puede ser visto también vía streaming.
En su primera jornada, la SI 2024 contó con la presencia de varios referentes de la industria, entre ellos, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) y empresas como Ledesma, Arcor, Nestlé, Mondelez y Quilmes, entre otras. Además, estuvo presente el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella.
La apertura estuvo a cargo de Pablo Bereciartua, Presidente del CAI, y Javier Goñi, CEO de Ledesma y Presidente de la Semana de la Ingeniería 2024. Los oradores destacaron el potencial exportador de la Argentina y las oportunidades para los próximos años. Bereciartua sostuvo que “es fundamental definir agendas y políticas públicas para promover la inversión privada y la competitividad” y destacó que uno de los desafíos es “pensar cómo sumar nuevos productos y destinos”. En tanto, Javier Goñi agregó que “detrás de cada alimento que consumimos hay un montón de ingeniería, talento y procesos que muchas veces no se tienen en cuenta” y remarcó la agenda de sustentabilidad que se aplica en toda la industria: “El concepto de economía circular está presente desde los orígenes en la industria de alimentos y bebidas porque se trata de conservar recursos para seguir creando valor agregado”.
La Presidenta de COPAL, Carla Martín Bonito, brindó números datos sobre el sector de alimentos y bebidas en la Argentina: “Alimentos y bebidas representa el 40% de las divisas por exportaciones que ingresan al país y 4 de cada 10 pesos de recaudación tributaria. Además tiene una balanza sectorial superavitaria que genera 12 dólares de exportación por cada dólar que importa la industria”.
Aunque Bonito se mostró optimista, destacó que “el sector se encuentra en un momento de estancamiento crónico desde hace 15 años, por no contar con condiciones de competitividad que permitan desplegar el potencial de la industria”. Bonito agregó: “En los últimos 15 años las empresas exportadoras argentinas se redujeron un 30%. En alimentos y bebidas hay 14.000 empresas, pero solamente 1.300 de esas compañías son exportadoras. No podemos dejarnos caer en el pesimismo pero tenemos que ir hacia un cambio de tendencia con políticas de estado para incentivar la creación de empleo formal privado, la simplificación burocrática y una reforma impositiva que favorezca la inversión. Hoy cada alimento que se consume en Argentina tiene una carga tributaria entre el 40% y el 50%.”
El primer día de la SI contó con tres paneles temáticos. El primero de ellos estuvo dedicado a la ingeniería en la industria de los alimentos. Los panelistas coincidieron en que los consumidores están hoy en día mucho más informados y buscan productos más naturales, lo que requiere modernizar procesos e industrias.
En el panel de Sustentabilidad se reflexionó sobre el escenario para los próximos años y el impacto de los sistemas alimentarios en el planeta. Hoy la producción de alimentos implica ¼ de las emisiones de gases de efecto invernadero que podrían aumentar hasta el 50% para el 2050. Además, el 70% del agua dulce extraída, la mitad de la tierra habitable y el 70% de la deforestación global están afectadas a la producción de alimentos. El desafío sistémico es como ser más sostenibles en un mundo donde un tercio de los alimentos se pierden o se vencen.
En línea con el desafío de alimentar a un mundo, la biotecnología y la innovación son claves. En el panel sobre estos temas se proyectó que hacia 2050 la población mundial va a superar las 10 mil millones de personas, y vamos a necesitar un 70% más de alimentos. El modo actual de producción no es suficiente y, por eso, hay que buscar formas alternativas de producir alimentos. No se trata solamente de producir más con menos, sino también pensar en cómo redirigir la producción actual para hacer un uso más eficiente de la materias primas disponibles que implique redirigirlas a otros usos.
El cierre del primer día de la SI estuvo a cargo del Secretario de Bioeconomía de la Nación, Fernando Vilella que resaltó que “el principal agregado de valor hoy es el conocimiento” y presentó la agenda de trabajo de la Secretaría con 3 objetivos: visión federal con una nueva matriz exportadora, promoción de la innovación y una estrategía de inserción internacional para la agroindustria.
Desde la Secretaría de Bieconomía, Vilella promueve la adopción de la biotecnología con el propósito de mejorar la competitividad, la sustentabilidad, el agregado de valor y la diversificación de exportaciones.