El lunes 16 de mayo se llevó a cabo el nombramiento como Socio Honorario del CAI de Gustavo Scuseria, Profesor en Química, Física y Ciencias de Materiales, y Nanoingeniería, quien mantuvo un diálogo con el Ing. Pablo Bereciartúa, Presidente del CAI.
En el inicio Bereciartúa preguntó acerca de “cuáles son los interrogantes que el investigador se encuentra trabajando en la actualidad”.
Scuseria contestó que “la química participa en muchos espacios y nos plantea numeroso paradigmas, pero que hoy su área de trabajo se encuentra en el campo de la mecánica cuántica. Nada en química se puede hacer cuantitativamente. Para hacer modelación, simulaciones. Cálculos computacionales, hace falta ir a los componentes de la disciplina que en este caso son los átomos, núcleos, moléculas, electrones y los conjuntos de las fuerzas asociados a la mecánica cuántica. La química plantea ecuaciones que si pueden resolver, permiten calcular las propiedades moleculares u de los materiales de los elementos a investigar, lo que representa un dato de mucho valor para aplicar a diferentes áreas de la ingeniería. El otro paso en esta secuencia es el diseño de programas de computación que se articulan con los valores y datos trabajados en el laboratorio. Mi campo de trabajo evolucionó en los últimos 30 años, donde la física cuántica ha podido resolver una cierta clase de problemas que las tecnologías posteriores pudieron aplicar a través de correcciones cuánticas, que anteriormente se hacían sin tantos recursos tecnológicos”. Y enseguida, agregó: “Uno de los principales problemas sin resolución, al menos parcial, se da en la llamada Ecuación de Schrödinger, que en líneas generales describe la evolución temporal de una partícula sub atómica. Con las correlaciones débiles (química orgánica) pudieron entender el problema y a su vez resolverlo, pero en el caso de las correlaciones fuertes (química inorgánica) que se generan en algunas partículas elementales, tales como los electrones, los investigadores no encontraron modos de hacer los cálculos ni las predicciónes adecuadas, lo que implica que dicho problema generó una frontera de conocimiento que es hasta donde llegaron los científicos”.
Uno de los ejemplos que utilizó Scuseria para explicar estos fenómenos fue con la producción de amoníaco: “En donde la ciencia ha podido avanzar tomando manifestaciones de la naturaleza, sin superarla”. Bereciartúa preguntó “si en un futuro no muy lejano será posible replicar el proceso de las plantas para poder producir amoníaco en un costo muy inferior”.
“Esto es una cuestión de tiempo – señaló Scuseria y agregó – hoy por hoy, se trabajan metodologías que tienen en cuenta la importancia de la naturaleza, en cuanto a las similitudes que se observan con las respuestas de la ciencia, producto de la intervención humana con los experimentos”, finalizó.