El Ing. Vilella comenzó con los conceptos centrales para entender las dinámicas que se están desarrollando en torno a los alimentos en la actualidad. “En primer lugar los proyectos no pueden estar alejados a los ODS (objetivos de desarrollo sostenible) como tampoco al acuerdo de París, este es un marco general en cualquier actividad para que tenga viabilidad desde el punto de vista del consumidor y de la financiación. Otro elemento central tiene que ver con el conocimiento, si no hay recursos humanos formados y alineados con las grandes tendencias internacionales vamos a tener dificultades para insertarnos con un nivel de calidad acorde. También los sistemas científicos tecnológicos deben estar asociados al desarrollo”.
“No se saben las tecnologías que se van a estar empleándose en 4 décadas, lo que se sabe es que vamos a tener que seguir comiendo”. Luego se analizó el consumo en cantidad, en calidad y las tendencias . Hay un nuevo consumidor con preocupación en la salud, en el impacto ambiental y el bienestar animal.
En referencia a las proteínas, el consumo es muy diverso dependiendo de la región. Los países que consumen más carne son los Estados Unidos, donde aparecen los sustitutos de las carnes como productos vegetales industrializados simil carne.
Para disminuir la emisión de gases de efecto invernadero en la ganadería hay alternativas tecnológicas con los sustitutos de carne. Otra cuestión que está cambiando es como se accede al alimento, los jóvenes chinos se están mudando a departamentos donde no tiene cocina, sólo el artefacto para calentar.
La huella de carbono a campo de Argentina resulta 62% inferior a la calculada por el INIA de España, 59% por debajo de la de AHDB para el Reino Unido y 27% por debajo de la calculada para Australia. Las oportunidades para el sistema nacional son los mercados insatisfechos, la menor huella ambiental, la posibilidad de incorporar nuevos productos y la disponibilidad de insumos de los alimentos balanceados.