Visita a la obra del Sistema Riachuelo
Una delegación del CAI recorrió el obrador en Dock Sud, con la compañía del ingeniero Pablo Bereciartúa, Subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación.
Kilómetros, metros cúbicos, cantidad de habitantes… Todos estos términos tuvieron presencia constante en la visita que una delegación del Centro Argentino de Ingenieros realizó a la obra del Sistema Riachuelo, donde se construye la planta de pre tratamiento de aguas y un emisario que llegará hasta 12 kilómetros dentro del Río de la Plata. El ingeniero Pablo Bereciartúa, Subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, y vicepresidente del CAI, participó de la experiencia. Finalizada la misma, afirmó: “Estamos en presencia de una obra sin precedentes en el país y es muy bueno que el CAI pueda permitirles a los profesionales conocerla desde adentro”.
Con una interesante charla de la ingeniera Marcela Álvarez, gerente de obra del Sistema Riachuelo, comenzó una nueva Experiencia CAI, donde la delegación pasó toda una mañana recorriendo el obrador central del proyecto, que tiene otro obrador en La Boca-Barracas (en Quinquela Martín y Vieytes), que permanecerá en actividad durante la extensión del contrato de obra, surgida por la carencia de cloacas y la existencia de conexiones clandestinas. “Desde que AySA comenzó las nuevas obras sumó 3.300.000 usuarios al servicio cloacal y ya se desarrollan los planes para sumar a habitantes de Florencio Varela y Pilar”, explicó Álvarez. Bereciartúa añadió: “Con 40 kilómetros de túneles, la obra permitirá incorporar a 4,3 millones de habitantes de la margen izquierda del Riachuelo a la red de cloacas”. Esto es: habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, San Fernando, San Isidro y La Matanza, desde donde, se estima, llegarán 2.300.000 m3 de desechos cloacales por día que serán tratados en Dock Sud, a razón de 27 m3 por segundo. Además, la implementación de este sistema permitirá que vecinos del sur del Gran Buenos Aires también tengan accesos a cloacas.
El Sistema Riachuelo comprende tres obras, que equivalen a tres contratos y a tres lotes diferentes, con el fin de brindar un servicio que tiene como fin el transporte de aguas residuales y procesarlas, además de aliviar el curso del Río Matanza-Riachuelo en todos los cauces que lo abordan. El Lote 1, con su corazón en La Boca-Barracas por caso, tiene más de 30 kilómetros de túneles, con obras complementarias en Villa Lugano, Avenida Escalada y Villa Soldati, entre otras, para la construcción de una cloaca de 11 kilómetros (el Colector Margen Izquierda), que además de transportar efluentes interceptará los “caudales en tiempo seco”, término utilizado para hablar de los desperdicios que llegan a pluviales y arroyos ya sea desde conexiones clandestinas o por fallas en la red de cloacas. Para todos los tramos, las dovelas utilizadas se fabrican en Costanera Norte. Por otra parte, ya haciendo referencia al predio de Dock Sud, el primer paso allí fue ganarle terreno al río, para lo que la defensa costera requirió la utilización de 300 mil metros cúbicos de arena, donde están el Lote 2 (futura planta de pretratamiento, estación elevadora de entrada y estación de bombeo de salida: se están colocando más de mil pilotes para las fundaciones de la planta de pre tratamiento, que tendrá 32 desarenadores) y el Lote 3 (emisario Planta Riachuelo) del proyecto.
En tren de analizar la obra, la delegación del CAI pudo apreciar dos instancias: el comienzo del excavado de pozos en los que en un futuro trabajarán las tuneladoras y el pozo del Lote 3 en el que ya está instalada la tuneladora Beatriz, con la que se construirá el emisario hacia el Río de La Plata. Los pozos de cavan con hidro fresas de 35 metros de alto y comienzan a armarse con muro colado, para llegar a una profundidad de 60 metros, con 14 metros de diámetro interno. Siempre con los cuidados del caso, dado que debajo del Sistema Riachuelo pasan no sólo el acuífero Puelches sino también la Formación Paraná, por lo que ocho buzos trabajan cotidianamente en el control de la obra, que se realiza en contacto con agua. Con las tuneladoras en escena, su presentación: una se llama Elisa, en honor a Elisa Beatriz Bachofen (la primera Ingeniera argentina) y llegó al país el 24 de febrero pasado. En el Lote 3 (emisario Planta Riachuelo), la tuneladora Beatriz, que en pleno funcionamiento tendrá 240 metros de largo (como tiene que hacer un túnel de 4,3 metros de diámetro, su rueda de corte tiene 5,1 metros), ya se encuentra a 45 metros bajo tierra, en el túnel al que bajó la comitiva del CAI, para ver de cerca a la tuneladora y seguir indagando sobre las tareas. Allí comenzará a excavarse el túnel de 12 kilómetros que pasará bajo el Río de la Plata, por debajo de los canales de navegación del puerto de Buenos Aires y del de Dock Sud, en aguas que tienen entre cinco y seis metros de profundidad. Habrá un tramo de transporte (10,5 kilómetros) y otro de difusión (1,5 kilómetro): este último tendrá 31 difusores que lanzarán el líquido tratado por sobre la superficie del río, para facilitar su mezcla con el agua, a través de rosetas que serán colocadas manualmente por los buzos.
Pero además de los trabajos correspondientes al proyecto en sí, la obra del Sistema Riachuelo también trae aparejadas obras viales, ya que por el puerto de Dock Sud pasan unos 3200 camiones por día. Por todo concepto, la fecha de finalización del proyecto es marzo de 2021.
Entre los asistentes a la visita organizada por el CAI estuvo la Ingeniera Civil Lucrecia González, quien describió la actividad como “muy interesante: yo había venido a esta obra cuando estaban haciendo los muros guía del pozo al que entramos y es tremendo ver cómo progresó. Es una obra de una gran magnitud y es bueno ver que se puede hacer en la Argentina y que, además, uno pueda visitarla gracias al CAI, es muy valorable. Justamente, con el CAI había participado de otras experiencias como ésta y me gusta mucho que la institución nos permita a los profesionales concurrir a lugares como éste, porque nos abre la puerta al conocimiento: ver lo que se está haciendo en el país siempre es muy útil para un profesional; además, este tipo de actividades nos permite relacionarnos con pares con mucha experiencia para compartir acerca de problemáticas y sus soluciones, así aprendemos todos”