Visitamos la Planta Potabilizadora Belgrano
Una comitiva del CAI realizó una visita técnica a las instalaciones de AySA en Bernal que abastece a 3.000.000 de habitantes de siete partidos bonaerenses.
Las #ExperienciasCAI siguen el curso del agua y una delegación del CAI pudo conocer otra Planta Potabilizadora de AySA: en este caso, el 15 de noviembre, visitamos la ubicada en Bernal, llamada General Manuel Belgrano, que abastece a 3.000.000 de habitantes de los partidos de Quilmes, Lanús, Avellaneda, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, Almirante Brown y La Matanza, procesando 1.950.000 m³/día diarios. Además, pudimos apreciar el terreno en donde comenzó la obra de ampliación de la planta que, en un plazo de cinco años, permitirá aumentar la producción en un 50%. Actualmente, las instalaciones tienen una superficie de 39 hectáreas pero hasta la ribera son 96 hectáreas. Belgrano cuenta con 132 empleados y tiene un consumo diario de 2.00 Mw, con una potencia contratada de 7.
Con una charla técnica inicial, durante la que conocimos el proceso de potabilización de principio a fin, la delegación del CAI recibió un gran caudal de información, incluso con la posibilidad de realizar preguntas. Así, primero descubrimos todo el camino del agua en forma teórica, para luego realizar la recorrida: el agua cruda es captada a 4.500 metros de la planta, en el Río de la Plata, y llega a ella a través de un caño de 4,60 metros de diámetro, que corre paralelamente a la calle Espora, que pasa por arriba de la autopista. Llega a un pozo de aspiración que está 15 metros bajo tierra y pasa a la zona de captación. Luego es el turno de la elevación para llevar el agua de 6 a 11 metros: funcionan tres bombas fijas (cada una eleva 22.500 m3/h) y una variable que eleva 18.000 m3/h (quedan una bomba de cada tipo de back up).
Posteriormente llega la etapa de clarificación, a través de 14 decantadores y 48 filtros. Los sedimentadores tienen cuatro metros de profundidad y cuentan con puentes barredores que realizan el ida y vuelta en 20 minutos. Cuando el agua sedimentó, un “pico de pato” la toma y la envía a un canal conductor que la lleva a los filtros. Todo el proceso dura dos horas y media, con un resultado de 1.600.000 m³/día diarios, a los que se les suman los más de 300.000 procesos en un Módulo Superpulsator, un sistema mucho más rápido (45 minutos). También conocimos la clave del proceso: las mediciones de control de calidad en cinco puntos (para el agua cruda, la decantada, la filtrada, el agua en reserva y la de consumo).
Entre los presentes se encontraba Betsabé Vurela, estudiante de ingeniería civil, quien admitió que la visita “fue muy interesante en relación a lo concerniente a ingeniería civil, pero también hubo muchos detalles sobre química en la charla del principio”. La joven llegó a esta experiencia luego de asistir a “una charla en Techint en la que recomendaron este tipo de acciones del CAI; y aunque a mí me interesa todo lo que tiene que ver con urbanización me atrajo la idea de conocer el proceso del agua, tan importante para la sociedad. Con esa información, entré a la web del CAI y me encontré con varias actividades realizadas que me gustaron y vi ésta, así que aproveché la chance. Sin dudas, es muy buena la posibilidad que da el CAI: nos permite tener contacto y relacionarnos con otros actores de diferentes ámbitos del que uno pueda provenir. Eso enriquece. Me sorprendió encontrarme con ingenieros o estudiantes de diferentes ramas y fue muy bueno el intercambio que se generó”.