Se llevó a cabo el martes 21, a través de la plataforma Zoom, con la participación como disertantes del Emb. Amador Sánchez Rico, Embajador de la Unión Europea en Buenos Aires; el Ing. Alfredo Caprile, Team leader del Programa Low Carbon & Circular Business Action (LCBA) de la Unión Europea en la Argentina, Brasil, Chile y Colombia; el Lic. Simón González, Country Manager de Argentina del Programa LCBA de la Unión Europea Eficiencia Energética en Argentina; Daniel Bouille y Marina Recalde, investigadores Fundación Bariloche. La moderación estuvo a cargo del Ing. Fernando Salvetti, Presidente de la Comisión de Energia del DT del CAI.
Pablo Bereciartúa, presidente del CAI, dio la bienvenida a los oradores y sostuvo que “la transición energética es una de las principales políticas a nivel global y uno de los principales desafíos, es actualizar la política para cumplir esos objetivos”. Valoró el vínculo con la UE y, tras resaltar la posibilidad de desarrollar esta agenda en el CAI para el presente y el futuro, dio la palabra a Armando Sánchez Rico, embajador de la UE, quien presentó las iniciativas de ese bloque en el tema medioambiental en el país. “Nuestro futuro depende de la salud del planeta. Los retos actuales en materia climática y medio ambiente requieren respuestas ambiciosas y colaborativas. La UE lanzó el Pacto Verde europeo para señalar el camino a una transición hacia 2050”, enfatizó el funcionario.
Subrayó que un tercio de la lucha mundial contra el cambio climático proviene de la UE. “La transición hacia la economía circular es un camino que debemos recorrer juntos”, reiteró Sánchez Rico y mencionó la reducción de las emisiones y el desarrollo de nuevas fuentes de energía, como el hidrógeno verde, como algunas de las acciones a encarar.
Alfredo Caprile, team leader del Proyecto Eficiencia Energética en Argentina, se ocupó de detallar en qué consiste el programa Low Carbon & Circular Business Action (LCBA) que se encara en la Argentina, Brasil, Chile y Colombia, y cómo pueden sumarse las empresas interesadas en él.
Apuntó que el rol del bloque europeo en este terreno se debe a que tomó conciencia de que “por más acciones que se realicen en la UE no se va a poder ganar la batalla porque es responsable del 20% de las emisiones; por eso la decisión de apoyar a otros países en la transición energética”
Low Carbon es una plataforma de negocios B2B para lograr acuerdos comerciales entre la UE y Argentina, Canadá, Brasil, Chile, Colombia y México. El objetivo es que estos países reduzcan la emisión de gases de efecto invernadero a través del apoyo a las empresas para que incorporen soluciones tecnológicas que apunten a la descarbonización del planeta.
Este programa dura tres años, y finalizará en septiembre de 2023. El proyecto involucró un mapeo de necesidades con análisis de riesgos y oportunidades, y se identificaron a las pyme europeas que pueden brindar las soluciones, y entender las demandas tecnológicas de las empresas regionales.
Caprile describió las tres fases del programa y, hasta el momento, hay 51 proyectos aprobados, donde participan más de 520 proveedores europeos, con aportes económicos que superan los 200 millones de euros. Tras desarrollar en 2021 el mapeo de las necesidades, en este 2022 los esfuerzos apuntan a captar más proyectos, razón por la que invitó a aquellas empresas interesadas a sumarse al programa a través de latam.lowcarbonbusinessaction.com
A su turno, Simón González, country manager del programa Low Carbon para la Argentina, se refirió a la experiencia local y reveló que hay más de 250 empresas registradas. Actualmente, “se trabaja con más de 30 oportunidades de negocios detectadas, se han acelerado cuatro proyectos y hay siete u ocho en cartera”, comentó. Algunas de las áreas en las que se ha trabajado son las de eficiencia energética, agricultura, biomasa, forestal y fotovoltaico. Mencionó que “la Argentina tiene un gran potencial en la producción de biogas, a partir de su actividad agrícola ganadera, en feedlots, tambos, criaderos de cerdos, y demás plantas que producen diversos tipos de residuos industriales”, manifestó González quien dio precisiones sobre los diversos proyectos en los que está trabajando.
Finalmente, los investigadores de la Fundación Bariloche, Daniel Bouille y Marina Recalde, se refirieron a los resultados de la modelización de las medidas propuestas y validadas por la Secretaría de Energía en 2017.
Tras señalar que el proceso de transición energética es tan largo como la historia de la humanidad, Bouille sostuvo que “una mayor eficiencia energética impactaría en la productividad pues implica un concepto integral. Implica un diseño diferente, actividades conexas, sustitución de materiales, economía circular y demás acciones que generan menores efectos de polución locales”. Agregó que “los beneficios de la eficiencia energética son múltiples” pero todavía “enfrentan barreras”.
Marina Recalde, por su parte, delineó las medidas detectadas para lograr la eficiencia energética en los tres sectores que mayor consumo realizan, el transporte (más de 30), la industria (más de 30), y el residencial (más de 20). Se trata de líneas validadas por la Secretaría de Energía y que permiten tomar acción cuando “cada medida de eficiencia enfrenta problemas y barreras, que dan lugar a lo que se conoce como brecha de eficiencia energética. El motivo es porque siempre se enfrentan con barreras en cada uno de los sectores”. Si bien apuntó que “cada sector tiene su particularidad, y son diferentes, algunas se repiten, como el costo y acceso al financiamiento, o el acceso a la información”. Pero destacó ciertos objetivos del sector residencial que, al incluir a hogares de bajos ingresos, la implementación de medidas de eficiencia energética les impactaría de manera directa al generarles ahorros en sus facturas.
“Muchas de las medidas identificadas son costo-efectivas para el sistema energético nacional y es una oportunidad. La Argentina inició el camino de la transición pero complementar eso, y enmarcar las acciones en el plan de eficiencia energética es fundamental para afianzar el camino de transición para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero”, concluyó Bouille.