Telecom Argentina adquiere Telefónica: El fin de una era en el en el mercado de las Telecomunicaciones de Argentina y la región.

El mercado de las telecomunicaciones en Latinoamérica está presenciando uno de los movimientos corporativos más significativos de los últimos tiempos: la venta de activos de Telefónica en la región. Si bien es un proceso que empezó en el 2019 en distintos países en Argentina tiene otras implicancias y marca un hito en la consolidación del sector y redefine el panorama competitivo en la región. También marca en nuestro país y en otros de la región el retiro de capitales extranjeros y la concentración en empresas locales.
Haciendo un poco de historia, a fines de los noventa se concretó la privatización de ENTEL (la compañía nacional de comunicaciones de Argentina), que hace años no podía proveer servicios telefónicos y los memoriosos recordaran que una vivienda con teléfono tenía un precio muy superior aquellas que no lo tenían, en los contratos de alquileres perder la línea equivalía a multas de terror en fin, no todo pasado fue mejor y pese a que muchos criticaban esta licitación fue un modelo muy interesante, permitió en poco tiempo pasar de la carreta de la telefonía a tener servicios de clase mundial. Este modelo de privatización dividió al país en dos, zona Norte y Sur, adjudicando la operación a 3 operadores del viejo mundo, Stet de Italia y France Telecom junto con socios locales como el Grupo Perez Companc que operaron por 10 años en exclusividad la zona Norte y Telefónica de España junto con Techint la zona Sur.
Un proceso muy exitoso ya que se realizaron grandes inversiones, se digitalizó el país, vinieron proveedores de todas partes del mundo, se contrataron muchos jóvenes profesionales y se crearon posgrados en universidades muy prestigiosas.
Luego del año 2000 y cumpliendo estrictas metas de calidad que imponía el regulador se fue abriendo el mercado a nuevos operadores que entraron a brindar distintos servicios sobre todo en el segmento corporativo “Cherry picking” y de larga distancia, también hubo una fiebre de start up que luego la burbuja de internet dieron paso a procesos de adquisiciones y fusiones, entrando a operar en Argentina el gigante mexicano del grupo Telmex y desarrollándose grupos locales como Datco-Silica, Supercanal y Telecentro. No me quiero olvidar de las Cooperativas telefónicas creadas ya en época de Entel porque pasando la General Paz tampoco llegaba con servicios la empresa estatal, y luego las cooperativas eléctricas que con sus tarifas planchadas pasaron a ser proveedoras de servicios de internet y TV, pioneras en los años 2010 en empezar a brindar sus servicios con fibra óptica al hogar. Un ecosistema que solo se dá en Argentina y que es resultado de la voluntad de unos vecinos ante la inoperancia del estado de brindar servicios públicos en su comunidad que forman cooperativas de servicios públicos.
Luego empezaron los servicios móviles que se sumaron a “Movicom” en el AMBA que luego con la retirada de Bell South paso a ser parte de Movistar.
Un proceso similar paso con la licitación de celulares zona Norte y Sur, en general todas las licitaciones de espectro fueron lentas pero luego la rapidez de despliegues y servicios compensaron las demoras en estos procesos. Dato curioso fueron los errores de dimensionamiento de las primeras redes celulares, que causaron dolores de cabeza a los directivos de las empresas celulares y a los proveedores europeos sobre todo los nórdicos, ya que quedaban descolados por la duración de las llamadas latinas, lo que hizo que crecieran fuera de todo plan de negocio pagado a “consultoras expertas” las redes.
Siguiendo el racconto, luego vino el 2001 y ahí se pararon totalmente las inversiones, y en el año 2010 el gobierno nacional se percató de esto y armo un grupo de trabajo entre el sector público, privado y gremios para dar a luz el proyecto de la red terrestre o backbone nacional “Arsat” , que inicialmente iba a realizar inversiones en aquellos lugares donde los privados no habían llegado (El privado hasta donde se pueda y el Estado donde se necesita lindo lema) y hacer swap con estos para intercambiar pelos de fibra óptica en aquellos lugares donde los privados tenían redes. Pero bueno esto hacía que las licitaciones fuesen de menores montos, entonces no eran tan redituales para algunos con lo cual se decidió hacer red donde ya había y lo que llevo a lo que hoy pasa, aún faltan lugares por iluminar, la red se puso obsoleta, etc, etc. y vinieron tiempos mejores y los privados siguieron desplegando redes y también aparecieron en algunas provincia las SAPEM (empresas estatales de telecomunicaciones), que no sé porque pero a todos los políticos les encantan, las TIC suenan glamorosas pero son emprendimientos de CAPEX intensivo y opex, la industria viene reduciendo su ARPU (ingreso promedio por abonado) en forma drástica por varios motivos, uno porque los inversores apuestan a las APP y otro porque es una industria muy regulada y con impuestos altísimos en toda la región, todos quieren una tajada, ya sea por ventas, espacio aéreo u otras combinaciones los intendentes son muy creativos en esta materia.
Esta adquisición por parte de Telecom es un hecho, y pese a lo que se diga es un hecho no hay vuelta atrás. El precio de adquisición ha sido de remate.
Esto supone que el Estado tendrá del otro lado que resolver o no varios temas que tienen que ver con un grupo que concentrará medios, redes, empleados, poder de compra de todo tipo de insumos tales como contenidos, ancho de banda, etc., y que sin lugar a dudas tendrá una posición dominante en varias localidades lo que puede además de afectar a los clientes también a la competencia. Y no menor es resolver la concentración de espectro.
Como todo proceso será doloroso porque va a dejar sin trabajos a muchísimos empleados, las estructuras corporativas se reducen, lo mismo pasará con muchos proveedores y además deberán bajar sus precios ante el poder de negociación del cliente.
Los procesos de desinversión del pasado no nos dejaron buenas experiencias, del dictamen de Defensa de la Competencia de la fusión pasada hasta el presidente del organismo en ese momento se abstuvo por conflicto de intereses.
Los entes reguladores no la tienen fácil, pero esperemos que puedan tener la gente adecuada, y que se puedan minimizar los impactos en las inversiones que estas no decaigan, se puedan compensar las fuentes laborales y que los clientes puedan tener buenos servicios y a precios competitivos, el valor y calidad de las comunicaciones es clave para la competitividad de un país y Elon Mask solo no lo puedo lograr.
Volviendo sobre las alertas a este proceso son la Concentración del Mercado y del Espectro.
Uno de los principales riesgos de esta adquisición es la reducción de la competencia efectiva en el sector. Con menos empresas operando en el mercado, Telecom podría ejercer un mayor control sobre los precios y las condiciones de los servicios, dejando a los consumidores con menos opciones.
Esta concentración afecta a todos los servicios: telefonía móvil y fija, internet, televisión y compra mayorista de contenidos y ancho de banda.
Telecom, al integrar a Telefónica, se convierte en el actor dominante en:
– Infraestructura de redes: Con una cobertura móvil y fija ampliada, la empresa podría controlar el acceso y los precios de la conectividad.
– Servicios de internet y TV: La adquisición permite a Telecom posicionarse como el principal proveedor de internet y televisión por cable y satelital, reduciendo la competencia con otros operadores regionales.
– Compra mayorista de contenido: Al sumar los acuerdos comerciales de Telefónica, Telecom podría imponer condiciones a otros operadores en la adquisición de contenidos audiovisuales y licencias para TV y streaming.
– Ancho de banda mayorista: Telecom sería el proveedor principal de acceso a redes troncales, lo que podría limitar el acceso a ISPs más pequeños y generar barreras de entrada a nuevos competidores.
A esto se suma un factor clave: la concentración del espectro radioeléctrico. Con esta compra, Telecom suma no solo la base de clientes y la infraestructura de Telefónica, sino también su espectro de telecomunicaciones, lo que le otorga un dominio significativo sobre las bandas utilizadas para telefonía móvil y transmisión de datos.
De acuerdo con la regulación argentina, existe un límite máximo de espectro que una sola empresa puede poseer. Con la incorporación de Telefónica, Telecom superaría dicho límite, lo que podría derivar en medidas regulatorias como:
– La devolución de parte del espectro a las autoridades para su redistribución entre otros operadores.
– Restricciones en futuras licitaciones de espectro para evitar una mayor concentración.
– Condiciones específicas en la fusión, como la cesión de infraestructura a terceros o la apertura de redes.
– O el cambio de regulación, ya que lo anterior es engorrosísimo de implementar y controlar.
Los entes reguladores ya han manifestado su preocupación sobre el impacto de esta fusión y podrían imponer condiciones o restricciones para garantizar la libre competencia y evitar prácticas anticompetitivas. Se espera que en los próximos meses se realicen evaluaciones detalladas para determinar el impacto de esta operación en el mercado y en la equidad en el acceso a las frecuencias disponibles. En Colombia este proceso lleva más de 1 año, no es fácil.
También habrá que conocer como quedan las operaciones de áreas mayoristas de Telefónica como las que tienen que ver con servicios satelitales o cables submarinos, la operadora española es un jugador importante en conectividad internacional a través de cables submarinos.
Estemos atentos a lo que pase en los próximos meses y leyendo a analistas serios del sector.