El abordaje de los riesgos como modo de planificar una mejor toma de decisiones

El abordaje de los riesgos como modo de planificar una mejor toma de decisiones

EL ABORDAJE DE LOS RIESGOS COMO MODO DE PLANIFICAR UNA MEJOR TOMA DE DECISIONES

  • En una jornada organizada por la Comisión de Ingeniería Industrial y de la Empresa se trató sobre las diversas formas de abordar riesgos para mejorar la planificación y la toma de decisiones.
  • Especialistas de 12 áreas diferentes explicaron casos y metodologías para la prevención y la mitigación de los riesgos.
  • La identificación de riesgos, la definición de planes para reducirlos, la toma de decisiones y la supervisión fueron algunos de los aspectos comunes que cruzaron de manera transversal a las distintas exposiciones.

 

BUENOS AIRES, 16 de julio de 2020– ¿Cómo tratar los riesgos para definir planes robustos y tomar decisiones? fue el nombre del Debate Online organizado por la Comisión de Ingeniería Industrial y de la Empresa (CIIyE) del Centro Argentino de Ingenieros (CAI) en el que 12 especialistas explicaron los modos en que se abordan y minimizan los riesgos y sus impactos en diversas actividades.

Los temas giraron en torno a seis ejes: el dinero, los negocios, la cultura; los modelos, las técnicas y la tecnología; las personas y su interacción, y los impactos. Hubo coincidencia en la necesidad de plantear los escenarios de riesgos en base a los datos actuales, establecer planes y prever decisiones por adelantado además de supervisar las tareas que deben realizarse para su prevención.

“El mal análisis de los riesgos puede ser una de las razones por la falta de planificación de las políticas y los problemas que suele soportar  nuestra sociedad”, afirmó Roberto Castillo, presidente de la CIIyE.

Los riesgos en las finanzas fue el tema que desarrollo José Pablo Dapena, director de la maestría de financias de la UCEMA, quien refirió a los que impactan en las decisiones de inversión y que el uso de metodologías que permite diseñar escenarios futuros permite obtener mejores resultados.

Mónica Bazán, gerente divisional de medio ambiente, higiene y protección industrial en Cartocoor, la división de packaging del Grupo Arcor, habló sobre los riesgos industriales. Refirió a una serie de incendios que afectaron a distintas plantas de packaging en 2015 que fueron tomados como caso para repensar lo que se estaba haciendo hasta ese momento y encarar nuevos modos de hacer junto con expertos en la materia. Eso permitió que, desde entonces, no volvieran a producirse incendios además de haberse reducido en un 85% el índice de accidentes.

Los riesgos en la industria militar fueron abordados por el contraalmirante (RE) Eduardo Pérez Bacchi, quien destacó que en este sector se deben preservar tanto los recursos humanos como  los materiales porque ambos permiten alcanzar los objetivos y que cualquier cambio es “la madre de todos los riesgos” por lo que siempre es necesario evaluar y tomar nuevas medidas.

Rodolfo Kramer, gerente de gestión de activos integrales DW de YPF, explicó que esta tarea consiste en un proceso transversal al resto de las actividades porque su objetivo es maximizar la generación de valor. Y que para lograr mantener los activos a lo largo de su vida útil para que entreguen más valor y cuesten menos es necesario abordar la gestión de los riesgos en cada etapa.

La industria nuclear también tuvo su espacio. Alejandro Sandá, subgerente de seguridad de la Central Atucha I y II, detacó que si bien a nivel general se considera que gestionar una central nuclear es una actividad de riesgo, no  lo consideran así dentro de la organización. “Trabajamos junto al riesgo, lo evaluamos y lo gestionamos” y en realidad el mayor riesgo, más que el material radiactivo, es “la confianza del público porque si tenemos un accidente difícilmente tengamos una segunda oportunidad”.

A su turno, Fernando Galíndez, médico de planta del Hospital Ferrer abordó los riesgos en la salud y cómo se los plantean a los pacientes. Ejemplificó que ante el cálculo de supervivencia que puede tener un paciente frente a una cirugía o a un tratamiento médico la decisión de operarse o no ante el riesgo de vida es de él pero para que pueda decidir el médico tiene que mostrarle todas las cartas.

El segundo bloque de la jornada fue abierto por Juan del Sel, jefe de coordinación sanitaria continua del SAME de la Ciudad de Buenos Aires, tras describir cómo se gestionan y se mitigan los riesgos, subrayó la necesidad de de evaluar y modificar procedimientos frente a nuevas situaciones. En base a lo que dejaron los dos atentados que se produjeron en la Argentina en los ´90 y, luego, Cromagnon, sostuvo que es “necesario construir una cultura de prevención” algo que si bien no es fácil también destacó como necesario porque es mejor estar preparados para algo que no pueda ocurrir nunca que no estar preparados para lo que pudiera ocurrir.

Pablo Videla expuso sobre los riesgos en la ingeniería y la construcción y consideró que es central tener una metodología para la evaluación de riesgos a fin de proteger el negocio. Por esa razón, apuntó que es necesario contar con un equipo que identifique los riesgos porque, aquellos que no puedan ser identificados, se transformarán en un problema.

La seguridad alimentaria y los riesgos atados a ella fue el tema desarrollado por María Laura Gagliano, gerente regional de calidad e inocuidad alimentaria de Danone, división Specialized Nutrition. Explicó que la posibilidad de comer alimentos en confianza responde al hecho de que, por detrás, hay una cadena de valor amplia donde hay controles de calidad e inocuidad. En el segmento de calidad se  busca minimizar el riesgo mediante la prevención por lo que la capacitación de la gente resulta fundamental para promover una cultura de calidad e impulsar actitudes proactivas si se detecta algo no habitual. Cuando surge un problema hay que decidir concientemente para no provocar daño, finalizó

Los efectos del cambio climático fueron abordados por Fabián Gaioli, experto en medio ambiente del PNUD, quien tras explicar cómo viene impactando la variación climática en las distintas actividades a lo largo del tiempo, afirmó que el diseño de modelos que toma la información del pasado, como temperaturas extremas, lluvias muy intensas y otros eventos climatológicos, dan pautas que permiten realizar comparaciones con diversos eventos. Sostuvo que a partir de los modelos que se diseñan es posible vislumbrar qué amenazas podrían ocurrir y, así, prepararnos para esas ocurrencias. Aseveró que una política tiene que tener en cuenta que así es posible tener un círculo virtuoso que permiten diseñar planes de adaptación para mejorar la resiliencia, y de mitigación para reducir los riesgos.

Aunque Leslie Roberts, director financiero en Tenaris, refirió a los modelos matemáticos como base para la prevención de riesgos, indicó que las compañías tienen que tener cierta resiliencia para enfrentar los eventos inesperados. Tras enumerar las diversas circunstancias que afectan los riesgos propios del negocio indicó que la compañía realiza cada dos años un cronograma de definición de los riesgos a los que está expuesta del que participan los expertos. Este mapa de riesgos no sólo es monitoreado por el directorio sino que también es informado en los mercados en los que cotiza la compañía.

El último orador, Pablo  Cabrera, refirió a los riesgos en los seguros, aunque advirtió que no todos los riesgos están cubiertos por los seguros. Para receptarlos, las aseguradoras aplican procesos de gerenciamiento de riesgos que dependen de cada tipo de negocio. Subrayó que los que se toman a través de una póliza son los que se pueden medir mientras que aquellos que no son pasibles de ser mensurados no se aseguran porque, de lo contrario, la industria iría a la quiebra. Ejemplificó que los daños nucleares no están asegurados y que  los desafíos actuales de este sector pasan por evaluar el aseguramento de proyectos cuya escala aumenta de manera permanente y las consecuencias también.

Iván Vilaboa cerró el encuentro y destacó que a lo largo de la jornada se destacaron seis elementos: se comenzó por el dinero y el intercambio como elementos que transforman el negocio donde las tecnologías permiten cuantifican su valor, aún cuando hay casos en que son invaluables. Esa calidad de invaluable es la que caracteriza a las personas, y de su interacción y las prácticas que se impulsen se podrá desarrollar una cultura orientada a la prevención de los riesgos. Destacó la necesidad de planificar aunque no alcanza sólo con ejecutar sino que es necesario realizar el seguimiento, el control de gestión.

Vilaboa identificó que los temas coincidentes fueron modelización, normas, especificación como aspecto para un proceso de pensamiento orientado a la toma de decisiones. A partir del surgimiento de los riesgos y de la identificación de las amenazas se pueden tomar decisiones de negocios, basadas en proyecciones previas. Destacó la necesidad de registrar cómo se van a formar los riesgos, cómo se van a adoptar las tecnologías, si serán automatizadas o si las decisiones serán responsabilidad de las personas.

El camino de la acción obliga a llegar a la capacitación, a instaurar una cultura de la gestión del riesgo y dentro de ella, el profesionalismo y la calidad de las personas involucradas en su gestión.  Cómo identificar riesgos futuros, cómo proyectar lo que puede y cómo automatizar las decisiones es lo que lleva al juego inicial: que la cotidianeidad, la cultura de prevención y de vivir en esta vida sea lo que impulse la planificación.

Tras la exposición de los 12 oradores se dio lugar a un debate on line entre los participantes en donde pudieron ampliar sus consideraciones. Teresa Pérez y Carlos Cañas, integrantes de la CIIyE, oficiaron de moderadores a lo largo de la jornada en donde quedó expresada la necesidad de continuar profundizando el debate en torno a la planificación y la prevención de los riesgos.

Más información: Comisión de Ingeniería Industrial y de la Empresa (CIIyE)

e-mail: Industrial@cai.org.ar