La descomunal contaminación que los plásticos flotando en el mar han creado en aguas costeras y oceánicas, ha llegado a formar un “octavo continente” (The Great Pacific Garbage Patch), una descomunal isla de residuos plásticos situada entre Hawaii y California, con una extensión similar a Francia y conteniendo unas 80.000 T, en dimensión micro. La Universidad de Osaka ha dirigido su búsqueda hacia un material que pudiera emplearse en forma de bolsas para contener alimentos, muy usuales por el público y que con más frecuencia son arrastrados al mar.
Utilizando el almidón, contenido en la yuca (mandioca) y la celulosa procedente de la pulpa de madera, disueltas en agua, laminadas finamente y plastificadas por calor, han obtenido hojas transparentes de 100 micras que aseguran tener el doble de resistencia que el polietileno. Los investigadores colocaron hojas de este material en el agua de mar, y comprobaron un mes más tarde, que se había disgregado presentando un agregado membranoso de microorganismos formado en la superficie.