“La Argentina cuenta con profesionales de primer nivel mundial”
Ing. Ángel Ferrigno ha tenido una destacada trayectoria profesional en el ámbito de la ingeniería. Como miembro de la Comisión Directiva del CAI considera que la institución puede ser una plataforma que contribuya al desarrollo del país
¿Cómo fue su llegada desde Azul a La Plata para estudiar ingeniería y sus primeros pasos en la profesión?
Fue una lindísima experiencia que disfruté enormemente. Después de dudar entre estudiar arquitectura o ingeniería, finalmente me decidí por esta carrera en los últimos meses del secundario. Pasar de vivir en Azul con mi familia de inmigrantes italianos, a compartir vivienda con compañeros en La Plata fue una experiencia significativa y fue, también, descubrir una ciudad muy distinta en muchos aspectos a la de mi infancia transcurrida en la escuela pública y el barrio. A ambas ciudades les guardo un gran cariño y siempre vuelvo a Azul a visitar familiares y amigos.
En La Plata viví con entusiasmo la vida universitaria y el estudio de las materias de la carrera, con profesores excelentes, compañeros y amigos de ciudades muy diversas del interior y de otros países latinoamericanos que elegían la Universidad Nacional de la Plata para estudiar. Además de la excelencia académica contábamos con el comedor universitario, muy accesible al presupuesto de los estudiantes y lugar de encuentro, reuniones y debates políticos, en una época donde la política ocupaba parte del tiempo e interés de muchos de nosotros.
Mis primeros pasos en la profesión fueron en Tandil en una empresa de estructuras metálicas que realizaba la construcción de grandes galpones y depósitos. Después de 1 año en Tandil me instalé en Buenos Aires dónde trabajé en empresas que realizaban importantes construcciones metálicas e industriales. Luego me entusiasmé con la posibilidad de colaborar en la redacción de los Reglamentos CIRSOC que dependía del INTI y posteriormente me incorporé a IATASA donde eran socios y Directores docentes que tuve en la facultad y a quienes les tenía gran afecto y admiración.
Ya desde el inicio de mi estadía en Buenos Aires busqué dedicar parte de mi tiempo a la actividad docente, cosa que fue posible en la Facultad Regional Avellaneda de la UTN donde el Ing. Roberto Echarte, posteriormente Presidente del CAI, se desempeñaba como Director del Departamento Construcciones, comencé como ayudante Ad Honorem en la materia estructuras metálicas, asignatura de la cual terminé siendo Profesor Titular designado por Concurso. Además de la actividad estrictamente docente, fui Consejero Departamental y Académico en varios periodos.
Tuvo una destacada trayectoria en IATASA donde llegó a ser director. ¿Qué proyectos y obras que llevó a cabo recuerda como hitos y desafíos en su carrera profesional?
En IATASA tuve la oportunidad de trabajar en proyectos muy importantes, cuando me incorporé lo hice en el Departamento Estructuras en la especialidad estructuras metálicas, con el tiempo fui asumiendo distintas responsabilidades técnicas en el diseño y cálculo de estructuras así como en tareas de inspección y control de calidad, llegando a coordinar y dirigir equipos de trabajo en dichas actividades. Así me tocó participar en proyectos hidroeléctricos, puentes, edificios especiales, líneas de alta tensión y diversas obras de infraestructura. Posteriormente comencé a participar de manera integral en los proyectos y las obras, y luego en aspectos institucionales, comerciales y de dirección de la empresa de la cual llegué a ser Presidente y donde actualmente cumplo tareas de asesoramiento.
En cuanto a las actividades institucionales participaba como representante de la empresa en la Cámara Argentina de Consultoras de Ingeniería (CADECI) y como representante de ésta en la Federación Panamericana de Consultoras (FEPAC) que agrupa asociaciones de 12 países de Latinoamérica y la península Ibérica , instituciones ambas en las que tuve el honor de ser Presidente.
Además de los temas técnicos, los desafíos más relevantes y más difíciles corresponden a la resolución de conflictos derivados de las relaciones humanas que son temas que debemos resolver a medida que vamos tomando responsabilidades más globales en una empresa, proyecto u obra.
Algunos hitos o cambios significativos en mi actividad dentro de la empresa han sido mi paso de proyectista de estructuras metálicas a actuar como nexo entre el sector de proyecto y el de obra en la Inspección en la extensión de la Línea D de Subterráneos de Bs As, mi posterior desempeño en la Gerencia de Desarrollo y Promoción y mi incorporación como socio e integrante del Directorio.
¿Cómo ve hoy a los profesionales de la ingeniería en Argentina y al sector en general? ¿El talento argentino puede competir en un mundo globalizado y competitivo?
La Argentina cuenta con profesionales de primer nivel mundial y las universidades argentinas brindan una formación excelente. Además, el ejercicio profesional y las particularidades de nuestro país obligan a adquirir capacidades y entrenamiento en la resolución de muy diferentes problemas. Esto hace que los profesionales argentinos se encuentren en condiciones de trabajar en los más relevantes desafíos de la ingeniería.
En cuanto al sector de la ingeniería en general creo que existe un potencial que no es totalmente aprovechado. Hoy el ejercicio profesional además del profesional independiente adquiere importancia al desempeñarse en equipos multidisciplinarios que lleven adelante proyectos integrales, tal ejercicio se da tanto en las firmas consultoras de ingeniería, las empresas constructoras y de ingeniería y en el sector público.
No tengo dudas que el talento de los profesionales y empresas argentinas podría competir en un mundo globalizado pero para ello es necesario un trabajo coordinado y grupal entre los diversos sectores: público, privado y académico. Para competir en el exterior es necesario en primer lugar haber tenido la oportunidad de realizar importantes experiencias locales de manera continua y así ser fuerte localmente para poder salir al exterior con posibilidades de éxito. Es una tarea de toda la sociedad y es necesario contar con una política de exportaciones que cuente con el apoyo de Cancillería y los bancos para superar escollos burocráticos y tener el respaldo financiero y de garantías necesario. Existen ejemplos como es el caso de España donde ese trabajo coordinado entre el sector público y el privado permitió el crecimiento y desarrollo a nivel global de grandes empresas de ingeniería.
La ingeniería puede ser la punta de lanza para la posterior exportación de bienes y equipos. Desde el CAI, CEPSI y CADECI impulsamos en su momento que la ingeniería sea incorporada a la Ley de Promoción de Servicios Basados en el Conocimiento; se llevó adelante un trabajo realizado por destacados economistas dónde se demostraba el beneficio resultante de dicha promoción que, lamentablemente, en la ley no fue contemplado de la mejor manera.
Creo que la ingeniería puede realizar una gran contribución al desarrollo del país y a mejorar la calidad y el nivel de vida de la población, tanto a través de los servicios que puede brindar localmente como a agregar valor agregado a nuestras exportaciones.
¿Cómo fue su acercamiento al CAI?
Cuando vine a vivir a Buenos Aires me asocié al CAI, pensaba que era un ámbito propicio para participar en los aspectos institucionales de la profesión con una mirada global hacia los problemas del país. Recuerdo que el CAI intervenía en algunos debates sobre las obras a realizar y también me impresionó la diversidad de los temas tratados en los Congresos de Políticas de la Ingeniería que se realizaron en aquella época.
Mi participación en el CAI no fue intensa hasta el año 2010 en oportunidad de Congreso Mundial de Políticas de Ingeniería de ese año, desde entonces comencé a tomar un rol activo y organizamos actividades conjuntas con otras empresas de ingeniería mayoritariamente vinculadas al sector oíl & gas, lo que posteriormente desembocó en la constitución dentro del CAI de CEPSI (Comisión de Empresas proveedoras de Servicios de Ingeniería). A partir del trabajo en dicha comisión y una invitación del Ing. Carlos Bacher me integré a la Comisión Directiva del CAI, primero como Vocal, luego como Tesorero y actualmente soy nuevamente Vocal.
¿Cuál es su visión sobre la institución para los próximos años?
El CAI en los próximos años puede dar continuidad y proyectar hacia el futuro el trabajo que ha realizado a lo largo de su historia, generar un ámbito de tratamiento y debate de temas que, con la integración y aporte de las nuevas generaciones, logré que la ingeniería contribuya a la solución de problemas importantes a nivel nacional e internacional.
EL CAI como institución de prestigio de la Ingeniería Argentina puede ser una plataforma desde la cual se impulsen temas relevantes para el desarrollo del país y sea caja de resonancia para generar sinergia, vínculos e interrelaciones entre los diversos actores involucrados.
Entre las actividades que es interesante continuar e intensificar, menciono seguidamente algunas que ya se vienen realizando y potenciarán el rol del CAI:
● Consolidar al CAI como un lugar de encuentro intergeneracional para lograr que las nuevas generaciones se sumen al tratamiento de temas que hacen a las políticas de la ingeniería. La Comisión de Jóvenes del CAI está realizando un magnífico trabajo en esta línea, contribuyendo también a generar un lugar de encuentro entre las empresas y los jóvenes
● Continuar con la realización de eventos, jornadas, talleres y publicaciones que traten temas referidos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como parte de una agenda para el año 2030. Desde el CAI se pueden tratar muy diversos temas, entre ellos los vinculados al medio ambiente, energía, minería, infraestructura, agroindustria, industria de la alimentación y nuevas tecnologías.
● Fomentar las carreras STEM (Ciencia, tecnología, Ingeniería y matemáticas) para que mayor cantidad de chicos y chicas elijan dichas carreras.
● Generar lazos de trabajo conjunto con profesionales, empresas e instituciones del interior del país y del exterior y crear espacios culturales con vinculaciones a otros sectores de la sociedad.