Entrevista a Javier Goñi, presidente de la SI24

Entrevista a Javier Goñi, presidente de la SI24

¿Qué significa ser presidente de la SI 2024?

Es un honor que el CAI me haya invitado a presidir este importante evento, que reúne a la comunidad de ingenieros, a la cual pertenezco con mucho orgullo, ya que soy un apasionado de mi profesión. Adicionalmente celebro que el CAI haya dedicado este año la SI a la Industria de la Alimentación, en la cual me desempeño actualmente como CEO de Ledesma. Esta es una industria con mucha investigación e innovación por detrás, ya que forma parte de un sector con un enorme dinamismo y en transformación constante, por ser de consumo masivo. Asímismo, también es muy amplia, ya que abarca todas las ramas de la ingeniería. Un ejemplo concreto de ello es que en Ledesma trabajan Ingenieros Industriales, Químicos, Electromecánicos, Electrónicos, Civiles, Agrónomos y también Ambientales. Recientemente también incorporamos Ingenieros en biotecnología, ya que en los últimos años se han vuelto fundamentales para los procesos de innovación en los alimentos. Como siempre digo, creo firmemente que los que hemos tenido la oportunidad de acceder a educación de calidad, tenemos la responsabilidad y la obligación de devolverles al país y a la sociedad algo de lo mucho que nos han dado, y en este caso siento este rol como una forma de honrar aquel título de Ingeniero Industrial que obtuve en la educación pública, como egresado de la UBA y también del Colegio Nacional de Buenos Aires. Espero que las conclusiones que surjan de esta edición contribuyan al crecimiento de la industria de alimentos en la Argentina y en definitiva del país que tanto lo necesita.

2) ¿Cuál es el potencial de la industria de la alimentación en la Argentina para los próximos años? ¿Cómo potenciar el salto exportador?

Argentina tiene todo para crecer como potencia productora y exportadora de alimentos. Tenemos tierras fértiles y diversas para distintos tipos de cultivos, bajo un clima también variado y adecuado para las diferentes producciones regionales, aun cuando debemos tener en cuenta las implicancias del cambio climático. Además, tenemos talento argentino que se ve en todas las empresas, lleno de creatividad y experiencia en la producción de alimentos. Todo es por el lado de la oferta que podemos generar: productos con cada vez más valor agregado a partir de condiciones naturales favorables. Por el lado de la demanda, es indudable que el mundo está creciendo en cuanto al interés por nuestros productos, debido al crecimiento que han experimentado las economías como la de China y la de India fundamentalmente; así como el enorme potencial de continente africano, que tendrá para los próximos años las mayores tasas de crecimiento poblacional del mundo. A lo antedicho hay que sumarle el cuidado del medio ambiente que tenemos en la Argentina para la sostenibilidad de nuestros productos. Esto es algo que nos puede diferenciar del resto del mundo, en la medida en que trabajemos bien este aspecto y aprovechemos la buena base que tenemos.
La SI nos dejará conclusiones relevantes para potenciar las exportaciones. A priori, está claro que tenemos que seguir mejorando en la competitividad con reducción de costos, la mejora de la infraestructura vial, ferroviaria y portuaria, con estabilidad económica, impuestos competitivos e Instituciones sólidas, que alienten a más inversiones propias y de terceros que vean en la Argentina una tierra de oportunidades. En segundo lugar, creo que la inversión debería apuntar sobre todo a dos factores: la innovación, hoy potenciada por la aplicación de la inteligencia artificial, y a la sustentabilidad, ya que estos dos pilares son diferenciadores y valorados por los consumidores en todo el mundo. Claro está que debe ser a un costo competitivo.

3) ¿Cuál es la agenda de la innovación y la biotecnología en el sector? ¿Qué puede aportar la ingeniería?

Anteriormente mencionaba la variedad de especialidades, dentro de la ingeniería, que trabajan en la producción de alimentos. Alguien puede pensar que esta actividad pasa más que nada por cuestiones más ligadas a la naturaleza, como preparar la tierra, sembrar, cosechar y generar un proceso para que la materia prima se transforme en un producto y llegue a la góndola. Este es el origen, pero en todo ese ciclo existen enormes complejidades e infinidad de detalles y cuestiones que hay que gestionar, y en las que intervienen muchísimos ingenieros, desde la sanidad -que es condición sine qua non para la calidad de los alimentos-, hasta la infraestructura necesaria en fábrica y los controles químicos de rigor en los laboratorios, solo para mencionar algunos. La biotecnología es otra especialidad clave, y hoy más que nunca se abre un campo nuevo gigantesco para potenciar la industria: interviene en la mejora genética de cultivos, en la creación de biopesticidas, en la combinación de enzimas que generan nuevos productos a partir de lo que otrora eran residuos del proceso productivo, o en la biorremediación para la gestión de residuos líquidos, por nombrar algunos ejemplos. Como mencioné antes, creo que un gran desafío de la ingeniería en la producción de alimentos es la aplicación cada vez mayor de la IA en los procesos como un complemento que permite tomar mejores decisiones en tiempos menores, algo que ya está pasando en muchas empresas de la agroindustria argentina. En la Semana de la Ingeniería tendremos la oportunidad de escuchar muchas experiencias en ese sentido.

Javier Goñi

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