Durante años, el título universitario fue el pase obligatorio para entrar a cualquier organización ingenieril. Pero hoy, las empresas líderes están cambiando de estrategia: empiezan a contratar por habilidades, no por diplomas.
Durante años, podría haberse pensado que la respuesta era obvia: especialistas técnicos, de bajo perfil, leales a la estructura, enfocados en resultados. Pero ese modelo, que alguna vez funcionó, ya no representa a quienes hoy marcan la diferencia.